Ingerir los alimentos correctos le ayudará en su recorrido a los pies de la Negrita.
La romería, una de las más grandes tradiciones de nuestro país, está a la vuelta de la esquina. El camino que emprenden los romeros no es sencillo: son muchos kilómetros y mucho esfuerzo físico. Es por esto que los peregrinos deben prepararse para enfrentar el recorrido con una buena alimentación para mantener el rendimiento físico y la energía durante la Romería.
Francisco Herrera Morales, nutricionista de Dos Pinos, señaló:
Una dieta equilibrada y adecuada es fundamental para afrontar con éxito la caminata. Es vital prepararse antes, durante y después de la Romería permitirá a los peregrinos disfrutar de la Romería y completar su recorrido de manera segura y saludable ".
Antes de la romería
Antes de comenzar la caminata, es crucial realizar una merienda que incluya carbohidratos, como frutas y galletas integrales, acompañados de suficiente líquido. La leche de vaca es una excelente opción debido a su aporte natural de agua y nutrientes como sodio y potasio, que la convierten en una bebida hidratante ideal.
Durante la romería
Durante la caminata, es esencial mantener una hidratación constante. No espere a sentir sed; se recomienda consumir aproximadamente 125 ml (1/2 vaso) de bebida hidratante cada 15 minutos. Si siente hambre, opte por algo ligero, como jugo de frutas, fruta fresca o barras de granola, para evitar sensación de llenura extrema o cólicos.
Después de la romería
Al finalizar la caminata, es importante reponer líquidos consumiendo al menos 500 ml (2 vasos) de líquido. A los 30 o 60 minutos, se puede consumir una merienda que incluya carbohidratos y proteínas, como yogurt descremado con fruta o pan con queso crema o jamón. Dos horas después de la Romería, es necesaria una comida completa que incluya carbohidratos (arroz, frijoles o pasta), vegetales (ensalada verde o vegetales hervidos) y proteínas de origen animal (pollo o pescado).
Recomendaciones adicionales
Recuerde que las frutas y vegetales son fuentes esenciales de vitaminas y minerales, muchos de los cuales participan en los procesos del cuerpo que facilitan el rendimiento energético y estimulan la producción de energía. Entre las vitaminas y minerales recomendados están las vitaminas del complejo B, vitamina C, calcio, hierro, fósforo, yodo y magnesio.