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Expertos señalan que el contacto con la naturaleza, fortalece el sistema inmune y ayuda a los niños a responder mejor a las enfermedades.

El Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos, hace un llamado a la población para que, en estos días que restan de vacaciones, los padres y madres de familia procuren visitar destinos verdes o al aire libre, para propiciar un mayor contacto de los niños y niñas con la naturaleza y evitar llevarlos a sitios de alta aglomeración.

El llamado cobra mayor importancia, en momentos en los que el país enfrenta picos de casos de influenza y otros virus respiratorios, que han afectado en gran medida a la población infantil.

De acuerdo con los expertos, el contacto de los niños y niñas con la naturaleza, les permite fortalecer su sistema inmune y les ayuda a responder mejor a las enfermedades.

Los profesionales en microbiología recalcan que, desde el nacimiento de cada bebé, se inicia el contacto con el mundo exterior y con las sustancias y microorganismos que entrenarán su sistema inmune, para defender al organismo de las enfermedades.

Además, enfatizan en que ese contacto con la naturaleza, el polvo, el barro, el polen y los microorganismos, apoya el desarrollo de la memoria inmunológica, mediante la producción de anticuerpos que podrán defender el organismo en caso de enfermedad.

Por ello, señalan que esa exposición de pequeñas cantidades de partículas extrañas, lejos de perjudicar el organismo, significa el entrenamiento que necesita el sistema inmune para fortalecerse.

La vocera del Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos, la doctora Angie Cervantes explicó:

Los padres debemos perderle el miedo a que nuestros hijos jueguen en tierra, se ensucien y estén en contacto con la naturaleza de la manera en la que ellos quieran. Los niños que tiene ese contacto con la naturaleza, desde edades tempranas, logran madurar sus sistemas inmunes mucho más rápido, que los niños que han sido privados de este contacto con los antígenos responsables de producir los anticuerpos de memoria, los cuales, en el futuro les ayudarán a defenderse de las enfermedades".

Otro de los beneficios de mantener contacto con la naturaleza, es que se promueve una mayor exposición al sol, lo que ayuda a la producción de vitamina D, la cual, fortalece y regula el sistema inmune.

Realizar las llamadas vacaciones verdes, permite también disminuir el estrés cotidiano y reducir la presencia de hormonas como el cortisol y la adrenalina, que se producen en estados de estrés y perjudican el correcto accionar del sistema inmune. Cervantes añadió:

Se ha comprobado que mantener un estado de estrés latente, predispone a caer en alguna enfermedad, porque se inhibe el sistema inmune y la posibilidad de defensa que tiene en el cuerpo. Estar en contacto con la naturaleza, disminuye los niveles de las hormonas del estrés en el cuerpo y permite que el sistema inmune se fortalezca y pueda cumplir adecuadamente con la protección del organismo”.

La experta señala que vacacionar al aire libre y en contacto con la naturaleza, es una excelente oportunidad que tienen los padres y madres de familia, para apoyar el desarrollo del sistema inmune de sus hijos y el mejoramiento de la salud de todos los miembros de la familia.