El proyecto ubicado en Moracia es apoyado con capital no reembolsable mediante el programa “Transformando Comunidades” del Banco Nacional.

La Asociación de Desarrollo Integral (ADI) de la comunidad de Moracia de Nicoya ha trabajado durante los últimos años en un proyecto de implementación de técnicas sustentables y regenerativas para volver más sostenible a la producción ganadera de la zona.

La iniciativa ha implementado estrategias como la utilización de energías renovables para hacer la transición, la regeneración de potreros a través de abonos orgánicos y la sustitución de químicos por microorganismos eficientes que se obtienen de la montaña para el control plagas.

Así lo señaló el representante de la ADI de Moracia, Jeffry Pérez, quien mencionó que entre las acciones que se desarrollan para lograr una ganadería sostenible "no es necesario deforestar para mejorar los pastos, al tiempo que se recolecta agua de lluvia en invierno para el riego en verano y el alimento se almacena de manera eficiente cuando hay abundancia en el invierno".

La crisis climática ha afectado de manera directa a la industria ganadera pues la falta de lluvias o las inundaciones repercuten en la producción de leche y carne, afectando a todos los involucrados en la cadena y hasta el medio ambiente.

El ganado bovino consume mucha agua, necesita terrenos amplios para el pasto generando deforestación y produce una gran cantidad de gas metano, 28 veces más potente que el dióxido de carbono. Por eso nace la ganadería sostenible para equilibrar desarrollo económico y social con el ambiental.

Este proyecto de la comunidad de Moracia de Nicoya es apoyado con capital no reembolsable mediante el programa “Transformando Comunidades” del Banco Nacional (BN), con el objetivo de generar beneficios directos e indirectos para más de 1.200 personas de la zona, entre trabajadores, intermediarios y consumidores.

Entre las acciones que se desarrollan para lograr una ganadería sostenible está la regeneración de potreros a través de abonos orgánicos.

Durante este año, el programa “Transformando Comunidades” de la entidad financiera también ha apoyado proyectos como el de Artola de Sardinal que desarrolla un programa de prevención de incendios forestales; el de Barra de Parismina donde la comunidad trabaja en el programa de conservación y rescate de tortugas; y en Monteverde, donde se trabaja en un proyecto de elaboración de abono orgánico a partir de desechos.

Según indicó Silvia Chaves, Directora de Sostenibilidad del BN:

El modelo de negocio sostenible del Banco Nacional es extensivo a todas las personas, industrias y organizaciones con las que nos relacionamos, la ADI de Moracia de Nicoya está variando totalmente el paradigma de la industria ganadera con procesos que generan impactos mínimos al ambiente, nos enorgullece ser aliados estratégicos en un modelo que debe ser replicado por toda la industria ganadera nacional y global. Desde la fundación del BN, hace 110 años hemos apoyado todas las actividades productivas y su evolución hacia formas más responsables”.

La ADI de Moracia de Nicoya varía el paradigma de la industria ganadera con procesos que generan impactos mínimos al ambiente.

Costa Rica oficializó desde el 2014 la Estrategia Ganadera Baja en Carbono y declaró de interés público esta política nacional que le da sustento a la ganadería regenerativa, con el fin de potenciar la recuperación de la fertilidad de los suelos y la restauración de los ciclos de nutrientes, la energía y el agua.

Esta ganadería además aplica prácticas de pastoreo rotacional planeado, lo que evita que se utilicen grandes cantidades de terreno, contribuyendo a la restauración de hábitat para fauna silvestre y prevención de erosión.