El adecuado tratamiento hará que quienes la padecen sigan con sus rutinas diarias y eviten daños asociados.
Que la orina salga cuando no se espera es un problema que afecta a varias personas, pues esos episodios, pueden causar situaciones embarazosas y alterar rutinas, sin distinguir a hombres o mujeres.
La incontinencia urinaria es el principal síntoma de la vejiga neurogénica que conlleva riesgos de presentar infecciones, cálculos en el aparato urinario y puede causar que los riñones aumenten su tamaño por la orina retenida en la vejiga (hidronefrosis).
Quienes sufren de esta enfermedad también pueden presentar daños en otros nervios, que, eventualmente, causarían debilidad, espasmos musculares o pérdida de sensibilidad en las piernas.
¿Qué es la vejiga neurogénica?
Debemos entender que los músculos y los nervios del sistema urinario trabajan juntos para contener la orina en la vejiga y vaciarla en el momento apropiado.
Los nervios llevan mensajes de la vejiga al cerebro y viceversa, para decirles cuándo deben contraerse o relajarse. En la vejiga neurogénica, los nervios que llevan estos mensajes no funcionan adecuadamente.
Así, puede pasar que la vejiga se rebase sin que haya vaciado (flácida) o que se perciba la necesidad de orinar a pesar de no tener suficiente líquido o incluso con la vejiga vacía (espástica). Algunos pacientes pueden presentar ambas condiciones.
La retención de líquido es otra complicación, así como la presencia eventual de pequeñas infecciones o daños en los pequeños vasos sanguíneos de los riñones.
¿Qué hacer?
Uno de los tratamientos empleados para atender este padecimiento que afecta a quienes lo sufren, es la neuroestimulación para control de incontinencia, el cual se trata de un dispositivo, implantado debajo de la piel, para estimular eléctricamente los nervios sacros, que se encuentran cerca del coxis, el cual normaliza la comunicación neuronal.
Los nervios sacros son aquellos que controlan la vejiga y los músculos relacionados con la micción. Si el cerebro y los nervios sacros no se comunican correctamente, la vejiga no funcionará de forma adecuada.
Esta terapia de neuromodulación es reversible y puede suspenderse en cualquier momento al apagar o sacar el dispositivo. entre la vejiga y el cerebro para incontinencia urinaria y entre el intestino y el cerebro para la incontinencia fecal, que existe desde 1994 y que ya alivió a unos 65 000 pacientes en todo el mundo, con esta enfermedad.
Esta terapia ayuda al paciente a reanudar las actividades normales y evitar experiencias frustrantes relacionadas con la retención urinaria y recuperar la paz.