Yo Pienso Verde tiene diez años de colaborar con los centros educativos nacionales.
Un total de 85.000 personas de la población estudiantil de Costa Rica, entre los que se cuenta alumnos y trabajadores de la educación han participado en el programa ambiental Yo Pienso Verde a lo largo de poco más de diez años.
Específicamente, se trata de 160 centros educativos que fueron seleccionados para recibir capacitación, recursos como estaciones de reciclaje y composteras. Además, seis instituciones educativas, realizaron el inventario de sus emisiones de gases de efecto invernadero con su respectivo acompañamiento.
La iniciativa, creada e impulsada año tras año por la Sociedad de Seguros de Vida, implementa un sistema de gestión ambiental integral, que tiene como pilar fundamental la educación. Desarrolla distintas temáticas, como la gestión de los residuos sólidos, la medición y mitigación de la huella de carbono, medidas para la eficiencia hídrica y eléctrica y cómo crear una huerta orgánica.
Además, se trabaja posteriormente con dos centros educativos cada año en obtener el reconocimiento Carbono Inventario y se brinda guía para que cada institución pueda implementar cambios que reduzcan su impacto ambiental, de acuerdo con sus posibilidades. El proceso de acompañamiento se realiza durante un año.
Ana Gabriela Soto, gestora ambiental de la Sociedad de Seguros de Vida explica que “Yo Pienso Verde es un programa de educación ambiental que plantea una propuesta con dos enfoques: uno ambiental, pues propone la implementación de buenas prácticas en esta área y otro cultural, ya que se requiere un cambio en la cultura actual para el cumplimiento de los objetivos, sembrando una semilla de cambio en la población educativa del país”.
Esta propuesta se basa en la premisa de que la educación ambiental debe ser accesible, práctica y sostenible en el tiempo, independientemente de los recursos disponibles.
De esta manera, se conforma un comité ambiental en cada centro educativo, se capacita y asesora por medio de un curso en una plataforma digital, que les comparte el conocimiento y las herramientas necesarias para la implementación, se plantea una estrategia de divulgación en conjunto con el equipo técnico y se educa al resto de la población del centro educativo.
El fin del programa es que sea sostenible en el tiempo, por ello es que se trabaja en el empoderamiento de los comités, para que posterior al trabajo en conjunto realizado con la Sociedad, los centros educativos sean capaces de continuar con el programa, tanto en capacitación, separación de residuos y medición de la huella de carbono, cada año.
Para elegir las instituciones participantes se reciben solicitudes por medio del correo electrónico, estas deben venir desde las personas directoras de escuelas y colegios, como una garantía de que se cuenta con el apoyo y respaldo para la implementación del programa.
“Los centros educativos, como espacios donde se forman las mentes jóvenes de Costa Rica, desempeñan un papel crucial en la promoción de valores y prácticas sostenibles. En este sentido, el programa Yo Pienso Verde busca llenar este vacío existente en la información y las herramientas disponibles para los centros educativos, pues a menudo, estas instituciones carecen de recursos y orientación adecuada sobre cómo abordar eficazmente la gestión de residuos y el cálculo de la huella de carbono”, agregó Soto.
Los 160 programas implementados en centros de educación de las siete provincias han permitido brindar 4.270 horas de capacitación y alcanzar a casi 3.500 personas empoderadas a través de los comités conformados.
Yo Pienso Verde es un apoyo y complemento para las iniciativas que se han planteado desde las autoridades como Bandera Azul Ecológica o el Programa de Gestión Ambiental Institucional, pues se ejecuta la capacitación constante y se enfatiza en temas como la importancia de la separación de los residuos sólidos y el consumo eficiente de los recursos, bajo el concepto de economía circular.
