Análisis realizados en 2022 y 2023 encontraron rastros de agroquímicos de alta peligrosidad.
Una serie de muestreos revelaron que 33 plaguicidas están presentes en las aguas de la Cuenca del Río Sixaola, ubicada mayoritariamente en Talamanca de Costa Rica.
De esos, 13 están presentes en niveles que ponen en peligro la vida acuática sean peces, insectos o plantas. También se encontraron rastros de agroquímicos en la Laguna Gandoca, que es parte del Área Silvestre Protegida "Refugio Nacional Mixto de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo".
Así lo revelan los estudios de calidad de aguas y el análisis realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a través del Proyecto Conectando Comunidades y Ecosistemas – Cuenca Binacional del Río Sixaola OET-GEF-PNUD. El Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET-UNA) realizó los muestreos y análisis químicos en el 2022 y 2023.
Tras la toma de muestras, se buscó determinar si la presencia de plaguicidas existía en niveles que afectan la salud de los ecosistemas acuáticos y de sus organismos vivos. Para ello se trabajó con el análisis del agrónomo Elidier Vargas Castro, especialista, investigador, exfuncionario del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y autor del estudio Uso aparente de plaguicidas en la agricultura de Costa Rica publicado por el PNUD en el 2022.
Lo encargados del proyecto recordaron que Costa Rica no tiene normativa sólida ni actualizada para definir la peligrosidad de los agroquímicos en el ambiente, por lo que para establecer este criterio de peligrosidad, se recogieron los datos existentes para cada plaguicida a partir de la Base de Datos PPDB (Pesticide Properties Database) de la Universidad de Hertfordshire del Reino Unido.
Esta base de datos abierta reúne información sobre cientos de agroquímicos usados en el mundo, a partir de estudios e informes de la Unión Europea (UE) y otras fuentes. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) también recomienda usar esta base, si no existe otra referencia local, compartieron.
Con los datos de cada sustancia aportados por esta base, se aplicó la metodología de cálculo de la Unión Europea llamada Concentraciones Regulatorias Aceptables (RAC por sus siglas en inglés). Se tomaron estos valores de referencia que significan el máximo permitido para proteger los seres vivos acuáticos más sensibles según la peligrosidad de cada plaguicida.
La base de la Universidad de Hertfordshire contempla datos sobre los efectos de los agroquímicos sobre peces, macroinvertebrados acuáticos, organismos que viven en los sedimentos de los ríos, plantas acuáticas, algas, entre otros. Estos efectos pueden ser agudos (más inmediatos) o crónicos (durante un mayor plazo de tiempo).
El Representante Residente de PNUD Costa Rica, José Vicente Troya Rodríguez, señaló que:
Los análisis de agua en la Cuenca del Sixaola nos deben preocupar y mover a cambios en el modelo de producción y consumo. Se da un efecto mayor por la combinación de plaguicidas sobre los organismos acuáticos".
Talamanca: plaguicidas más presentes en zonas bananeras
La principal actividad productiva en Talamanca y la Cuenca del Sixaola es el cultivo de banano y plátano. La mayoría se realiza en modelo de monocultivo, a escala industrial y en la parte baja de la Cuenca, en el distrito de Sixaola cercano a la frontera con Panamá. Esta industria realiza un uso excesivo de agroquímicos en la producción bananera, ampliaron los encargados del estudio.
En detalle, los muestreos del 2022 se encontraron residuos de 23 plaguicidas, de los cuales 3 estaban en niveles superiores a las normas de referencia consultadas. Estos son el clorotalonil (su metabolito, que en este caso es una molécula en la que se degradan ciertas materias activas del pesticida), metsulfuron metil y terbufos sulfone (metabolito del terbufos).
Estas sustancias estarían dañando a organismos acuáticos que no son objetivo de control de los plaguicidas. En los muestreos del 2023 aparecieron residuos de 26 plaguicidas, 9 en concentraciones superiores a los criterios de peligrosidad del análisis.
Considerando los agroquímicos que ya habían aparecido, el análisis de PNUD en estas campañas de muestreo concluye que en la zona de estudio se encontraron un total de 33 plaguicidas, 13 en niveles de preocupación y algunos con hasta 6, 18 y 24 veces más de lo aceptable según la norma empleada, compartieron.
Al respecto, Troya Rodríguez indicó:
Los datos son un punto de partida para tener un sistema de monitoreo permanente. Costa Rica debe buscar alternativas para el control de plagas agrícolas que sean menos peligrosas que los plaguicidas. Estas opciones son controladores biológicos, bioinsumos y métodos de producción con un enfoque de manejo integrado de cultivos”.
En ambos años de muestreo se detectaron residuos de 6 plaguicidas en la Laguna Gandoca. De esos, 3 estaban presentes en niveles críticos.
La iniciativa recordó que el refugio conserva el manglar más extenso del Caribe de Costa Rica. En los puntos de muestreo en la parte baja de la Cuenca es donde más se encontraron residuos de plaguicidas. Esta es la zona con mayor actividad agrícola con monocultivos de banano y plátano.
Algunos de los plaguicidas detectados están catalogados como altamente peligrosos y son de venta restringida. Entre estos, el diazinón, fenamifos y el terbufos (prohibido en la UE, China, Reino Unido y Canadá).
Otros ya han sido prohibidos o están siendo prohibidos en Costa Rica, la Unión Europea y Estados Unidos; entre estos, el clorotalonil y neonicotinoides (familia de insecticidas) como el clotianidin, imidacloprid y thiametoxam. Estos últimos tres han sido reconocidos como altamente peligrosos para organismos invertebrados, especialmente para polinizadores mencionaron.