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En 2023, más de 23 mil jóvenes abandonaron sus estudios, quedando propensos para ser contratados por el crimen organizado.

La educación es uno de los factores que más impacto tiene en el progreso y desarrollo humano, así como en la competitividad y crecimiento socio-económico de un país. 

Costa Rica enfrenta diversos retos y desafíos para resolver una ya conocida crisis educativa, cuyo “sendero de involución”, “conduce a una educación de menor calidad y accesos cada vez más excluyentes para amplios segmentos de la población”, señala el Estado de la Educación 2023.  

Sin embargo, la coyuntura se ha agravado aún más y a esta crisis se suma otra importante problemática: el sector educativo costarricense, se ha convertido en uno de los grandes blancos del crimen organizado, ya que el narcotráfico está migrando al interior de los centros educativos, donde jóvenes están siendo reclutados por bandas criminales.   

Así lo concluyeron expertos que participaron en el webinar Inseguridad y Competitividad: Desafíos para Costa Rica, realizado recientemente por el Observatorio sobre OCDE y Políticas Públicas, conformado por LEAD University y el Consejo de Promoción de la Competitividad. 

En el evento que fue moderado por Patricia Leitón, Analista del Consejo de Promoción de la Competitividad de Costa Rica, participó Eric Lacayo, Viceministro de Seguridad; Lineth Saborío, ex Directora del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y ex Vicepresidenta de la República, y Gustavo Mata, ex ministro de seguridad y miembro de la Comisión de Crimen Organizado y Seguridad del Colegio de Abogados. 

Este espacio permitió analizar cómo la inseguridad impacta directamente en la capacidad del país para mantener y mejorar su posición competitiva a nivel global.

En este sentido, Lineth Saborío advirtió que “sin seguridad, no hay sostenibilidad” y señaló que el tejido social se está viendo seriamente impactado, por lo que, si se quiere combatir la inseguridad, se debe hacer desde diversos frentes de acción, ya que se trata de un problema multicausal. 

Por su parte, Eric Lacayo, Viceministro de Seguridad, fue enfático al afirmar que, si bien es cierto, se requieren más policías y recursos para hacerle frente a la situación de inseguridad, también es necesario una valoración de cómo está el desarrollo social del país, ya que los jóvenes están siendo atacados por el crimen organizado y es necesario rescatarlos de las estructuras criminales. 

En 2023, más de 23 mil jóvenes abandonaron sus estudios, quedando propensos para ser contratados por el crimen organizado. Así lo afirmó Gustavo Mata, ex ministro de seguridad, quien señaló que, en medio de esta situación, al Ministerio de Educación Pública “no lo veo actuando”. 

Actualmente, Costa Rica atraviesa una situación de inseguridad y delincuencia, dos problemáticas que se han convertido en la principal preocupación de la ciudadanía, según una encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) y la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica (UCR), publicada en 2023.

A criterio de los expertos, el país requiere un trabajo más articulado, con un abordaje integral del problema y una coordinación entre los distintos ministerios, así como una serie de reformas legales.