En colaboración con:
Colaboración con agencia

Falta de orden y claridad puede hacer que las organizaciones se expongan a sanciones e intereses.

Una correcta planificación fiscal o tributaria, bien ejecutada, puede convertirse en una aliada para impulsar la sostenibilidad de las empresas a largo plazo. Sin embargo, de acuerdo con expertos tributarios, se deben contemplar varios elementos para que esta estrategia se convierta en una herramienta de crecimiento alineada a los flujos financieros.

Realizar una planificación fiscal permite, definir la situación actual de la organización, lo que facilitará detectar y corregir prácticas que sean perjudiciales y que pueden ocasionar sanciones por parte de la Administración Tributaria para las empresas.

Carlos Gómez, socio de Impuestos de Baker Tilly Costa Rica, explica que algunas de estas prácticas que pueden impactar negativamente el buen desarrollo de una empresa a nivel tributario y financiero:

son no presentar declaraciones a tiempo o no hacerlo del todo. También el no pagar impuestos a tiempo, aunque se haya presentado la declaración respectiva. Esto es una consecuencia precisamente de no planificar ni de tener claro las fechas de pago, por ejemplo”.

Añadió que, para detectar estas malas prácticas tributarias, lo primero que se recomienda es realizar un diagnóstico, en donde se analice el estado actual de la organización, el nivel de cumplimiento que se tiene, y las principales necesidades en materia tributaria.

El segundo paso, una vez que se tenga definido el diagnóstico, dijo Gómez, es buscar las oportunidades de mejora que permitirán optimizar la carga fiscal. Esto significa reducir, en la medida de lo posible y dentro de lo que ley permite, los pagos por obligaciones tributarias a realizar.

En ese sentido, los expertos de Baker Tilly Costa Rica recalcan que la estrategia fiscal debe respetar este marco permitido, pues de lo contrario, se podría exponer a sanciones y hasta incurrir en delito, lo que involucra tanto al contribuyente como a quien le asesore.

La tercera recomendación para desarrollar una adecuada planificación fiscal, es mantenerse alerta a las diferentes fechas críticas que se deben plasmar en calendarios de cumplimiento mensuales.

“Una empresa nunca puede perder de vista ninguna fecha crítica, porque cada incumplimiento significará dinero que pierde, tal vez no de manera inmediata por la forma en que funciona la autoridad tributaria, pero sí a mediano o largo plazo por sanciones o intereses originados, precisamente por esa falta de orden y claridad”, afirmó Joseph Valverde, gerente de Impuestos de Baker Tilly Costa Rica.

Alertas para la Administración Tributaria

De acuerdo con los especialistas, una de las principales afectaciones que pueden generar estas malas prácticas, es generar alertas a la Administración Tributaria, lo que provocaría caer en alguno de los criterios objetivos de selección para fiscalización provocando que el contribuyente sea más propenso a auditorías fiscales.

Valverde comentó que entre las conductas que más llaman la atención de las autoridades tributarias para mantener un monitoreo constante sobre los contribuyentes, destacan inconsistencias en las declaraciones y sus rectificaciones. Además de imprecisiones en las declaraciones relacionadas con las retenciones del impuesto de ventas en datáfonos, presentar constantemente declaraciones rectificativas al querer evitar sanciones por no cumplir con esta obligación a tiempo. Así como diferencias en las conciliaciones entre las compras o ventas por importaciones y lo que se declara en el formulario D-104.

Para evitar esto, los expertos reiteraron la importancia de mantener el orden para proyectar la presentación y pago de impuestos. Además de informarse adecuadamente sobre las diferentes obligaciones y sus respectivas condiciones; así como actualizarse constantemente sobre los requerimientos tributarios. Estos, mencionaron, son parte de las claves de la planificación fiscal.

Además, agregaron, es crucial delegar estos temas de mayor especialización a un equipo de consultoría, lo que a la vez podría representar un ahorro considerable para las empresas, constituyéndose en un apoyo para cumplir el objetivo de optimizar el uso de los recursos. Valverde resaltó:

Realizar una correcta planificación logra generar información para la toma de decisiones y sobre los planes de acción que se deberán llevar a cabo en beneficio de la empresa”,

Por su parte Gómez concluyó señalando que “la planificación fiscal es una herramienta que deberían aplicar todas las empresas y contribuyentes, tanto grandes, medianos y pequeños, en todos los sectores económicos. Esta se ejecuta a lo largo de toda la vida de la compañía y no solo en momentos específicos, ya que las empresas son cambiantes. Una buena planificación fiscal, le permitirá al contribuyente alcanzar una sostenibilidad empresarial a largo plazo, reduciendo los posibles riesgos tributarios que pueda llegar a tener”.