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Este estilo de vida se basa en consumir alimentos frescos y naturales, evitar el desperdicio y fomentar la producción en huertos caseros.

Cuando se habla de alimentación sostenible, muchas personas pueden pensar que implica consumir solo productos orgánicos y que los mismos tienen un alto costo. Sin embargo, en el marco de la Semana Nacional de la Nutrición, celebrada en el país del 13 al 17 de mayo, el Colegio de Profesionales en Nutrición (CPN) aclara una serie de mitos que giran alrededor del tema.

La Dra. Nancy Solano, representante del CPN explica que “existen muchas concepciones erróneas de la alimentación sostenible, ya que más bien esta nace del principio de alimentarnos de una manera más natural, real, de lo que proviene de la tierra e incluso apegado a con lo que culturalmente hemos crecido”.

También se puede entender como un enfoque integral de la nutrición que pretende fomentar la alimentación saludable pero tomando en cuenta el impacto ambiental de nuestras prácticas alimentarias, de manera que podamos satisfacer los nutrientes que necesitamos, sin impactar los recursos naturales. 

La experta agrega que lo ideal es consumir alimentos con producción agroecológica pero esto no necesariamente debe estar asociado con tener un mayor poder adquisitivo, pues se trata, por ejemplo, de adquirir productos en la feria del agricultor, donde se encuentran frutas y vegetales frescos y usualmente a un costo más accesible, comparado con otros establecimientos comerciales.

Asimismo, se trata de que las personas, de acuerdo a las posibilidades que tengan, produzcan sus propios alimentos en los hogares, fomentando los huertos en casa o comunidades y la creación de abonos orgánicos caseros.

En este sentido, existe otro mito relacionado con que, para crear una huerta se requiere mucho espacio, dinero o preparación técnica. Sin embargo, la Dra. Solano afirma que se puede empezar con los cultivos más sencillos, que generalmente son las hojas verdes como lechuga o culantro y que dicho sea de paso, son los alimentos que más pueden absorber agroquímicos. 

Otra percepción equivocada es que para alimentarse sosteniblemente se debe destinar mucho tiempo.

Uno de los principios de quienes deciden alimentarse sosteniblemente es una planificación que promueva la reducción del desperdicio de alimentos, para esto se requiere conocer cuánto y qué consumen las familias para posteriormente programar un menú especifico de alimentos para un periodo determinado”, asegura la representante del CPN. 

Es de esta forma que, al tener un control de los alimentos que se deben comprar, se aprovechan al máximo los productos disponibles y se evita desechar aquellos que no se consumen o que ya cumplieron con su vida útil, por lo que esto no solo ahorrará tiempo, sino también dinero.

Aunado a la conciencia de las personas sobre la importancia de la alimentación sostenible, para los profesionales en nutrición se requiere de más políticas públicas que la fomenten, así como un mayor trabajo de los gobiernos locales para empoderar a las personas agricultoras para que pierdan el miedo de producir de manera sostenible, brindar cursos en las escuelas y trabajar en general, en sistemas alimentarios sostenibles.

El Colegio de Profesionales en Nutrición recomienda las siguientes prácticas que se encaminan en fomentar este estilo de vida en los hogares:

  • Elaborar un menú semanal que sea variado y que incluya proteínas, grasas, leguminosas, granos, frutas y vegetales.
  • Aprovechar los productos de temporada, que generalmente son un poco más baratos y con una producción más sostenible.
  • Incorporar productos de origen vegetal en la alimentación (como garbanzos, lentejas, las diferentes variedades de frijoles) ya que utilizan menos recursos naturales para su producción comparados con aquellos que son fuente de proteína animal o los que son procesados.
  • Aprender a almacenar correctamente en refrigeración los alimentos respetando la inocuidad y tomando en cuenta las fechas de caducidad.
  • Aprovechar todas las partes de un alimento para realizar diferentes preparaciones.
  • Cuando se va a comprar frutas o vegetales, no rechazarlos por su apariencia a menos de que estén golpeados, ya que las diferentes formas que puedan presentar no afectan su calidad y el valor nutricional.
  • Al preparar alimentos, consumir primero los más perecederos como el brócoli, la coliflor o los frijoles.
  • Congelar los alimentos que no se van a consumir de inmediato para aprovecharlos después y evitar que se dañen.

El llamado del CPN va en línea al lema que estableció el Ministerio de Salud para la Semana Nacional de la Nutrición 2024 “Cuide su alimentación, cuide el planeta”, en el que se invita a analizar las decisiones relacionadas con la nutrición de las familias, tomando en cuenta los diferentes aspectos de la alimentación sostenible.