Recientemente se estrenó “Estocolmo”, una experiencia profunda y sensibilizadora a cargo del grupo Teatro Esencial.
La obra presentó semanas atrás su primera temporada, en el edificio patrimonial La Alhambra, ubicado en la Calle 2, entre la Av. 2 y Av. Central, espacio que se mantiene como un tesoro josefino escondido a plena vista. Entre el bullicio de San José y las tiendas de ropa se distinguía una puerta larga de madera, custodiada por un señor que al verme perdida me dio la bienvenida, intuyendo certeramente mis planes. Al ser las 7 de la noche abrieron las puertas a las butacas, y el público que esperaba afuera llenó por completo los asientos.
“Estocolmo” es una obra con tres personajes, los cuales poco a poco van dando pistas de quiénes son y cuál es su historia, aunque estas pistas a veces se vuelven confusas pues los personajes se trasladan entre el espacio real, tangible y el de la psique. Con un ritmo fluido, el elenco logra atraer la atención y empatía del público, evidenciando patrones de violencia que pueden darse en distintos tipos de relaciones tóxicas.
Es una obra que deberían ver jóvenes y personas de todas las edades con una mirada crítica a las relaciones violentas, para que aprendan a identificarlas y aprendan a salir de ellas como verdaderos sobrevivientes. Lejos de ser una obra de mero entretenimiento (y si lo fuera no habría problema, pero no lo es) es una obra que cala vivencias y traumas, con la posibilidad de ser una herramienta para muchas otras personas.
Estocolmo terminó su primera temporada relámpago pero el equipo de Teatro Esencial está dispuesto a presentar nuevas temporadas si existe el interés del público: “Queremos llevar nuestras obras a muchísimas más personas por lo que les agradecemos cualquier contacto que tengan. Pueden escribirnos a [email protected]”.