Está por cumplirse una década de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), formulados por Naciones Unidas para erradicar la pobreza, proteger al planeta y lograr la prosperidad global; y dentro de esas 17 metas el objetivo número 5 le apunta a lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Desde las empresas eso implica trabajar activamente por el empoderamiento económico de las mujeres y desde allí, propagar a toda la sociedad los efectos positivos de la participación de la mujer en el mercado laboral, con igualdad de oportunidades salariales e inversión en el desarrollo de su liderazgo.
Arcos Dorados inició este camino desde que fue creada, pero nuestro trabajo tomó forma y fuerza con la creación hace seis años de nuestro Comité de Diversidad e Inclusión y, dentro de este Comité, con la fundación de la Red de Mujeres de la compañía; que tiene por objetivo identificar e implementar acciones para asegurar que las mujeres de nuestra empresa puedan alcanzar el máximo de su potencial profesional, invertir en su formación y desarrollar sus habilidades para participar en la toma de decisiones y en los roles más altos de liderazgo.
Y quiero hacer énfasis en las acciones afirmativas, porque eso significa que son decisiones intencionadas y deliberadas de nuestra empresa para contribuir a eliminar barreras en la búsqueda de la igualdad de las mujeres, comenzando por la contratación de mujeres en situación de vulnerabilidad y mujeres con discapacidad; asegurando que la distribución de tareas no se realice con base en preconceptos sobre el papel de las mujeres en la sociedad, asegurando que no hayan brechas salariales entre mujeres y varones, y para que siempre exista la oportunidad de ascenso de las mujeres en toda la pirámide corporativa.
Así es como en Arcos Dorados nos hemos propuesto abordar estas cuestiones, impactando desde los restaurantes hasta la mesa directiva. Para empezar, ejercemos la paridad salarial, sin diferencia de género por igual tipo de trabajo. Y también hemos avanzado en la participación de las mujeres en posiciones de liderazgo: actualmente 54% de las mujeres de nuestro equipo ocupan roles de toma de decisión; sumando el liderazgo en los restaurantes y en las posiciones de jefatura y alta dirección.
Si traducimos esto a números generales, estamos hablando de más de 29 mil mujeres latinoamericanas que tienen un impacto que va más allá de nuestra organización y del aporte económico a sus hogares. El efecto de más mujeres líderes se extiende a la creación de referentes de igualdad de género que son observados por las niñas y niños, las y los jóvenes que serán los responsables de formar un mundo donde seamos verdaderamente pares.
Ese es un efecto positivo, pocas veces visible, de cuando las empresas apostamos por el objetivo de desarrollo sostenible número cinco de las Naciones Unidas.
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