La actividad criminal en Costa Rica va en franco aumento y se puede decir que, a vista y paciencia, no sólo de las autoridades sino también de toda la población.

No es sólo comentar que se eliminan entre bandas, no, es todo un combo completo de desarrollo humano lo que se afecta, aunque por el momento sólo sea "entre ellos".

La visión internacional del país es la que está en juego, las inversiones de las empresas extranjeras están en juego, las exportaciones nacionales están en juego (y por ende la producción nacional), la entrada de divisas está en juego, no es sólo que se eliminen en su círculo, no; es que lo hacen a cualquier hora, en cualquier lugar: plazas, parques, escuelas, hospitales, frente a transeúntes víctimas psicológicas y físicas colaterales, frente incluso a los tribunales, y ¿está usted preparado, sabe cómo actuar o reaccionar ante una situación de estas?, ¿sabe usted rutas de escape, zonas de refugio seguras, ha pensado en ello dados los últimos acontecimientos?, ¿ha hablado con sus hijos al respecto?

Pero bueno, todos tenemos parte en que algunas personas decidan delinquir, somos aporafóbicos, hemos descuidado y desplazado a las zonas marginales capitalinas y a las provincias costeras, hemos sido vallecentralistas y la falta de oportunidades debido a este subdesarrollo humano no ha hecho más que normalizar que sólo se supera o se es alguien si el dinero se consigue fácil.

Pero también es culpa de la falta de previsión de que este tsunami de inseguridad iba a llegar tarde o temprano dadas las condiciones que el país presenta para la evolución del crimen organizado, veíamos la inseguridad del llamado "Triángulo Norte" muy lejana a nuestra realidad, vimos crecer el crimen organizado en Colombia y México y nunca se nos ocurrió que podría suceder lo mismo aquí, y es hasta que Ecuador cae en crisis, que se empieza a hablar de una similitud con nuestro país.

La solución no es fácil, que lo digan quienes controlan plagas, a veces hay que botar la casa para eliminar las termitas y volver a construir.

El problema es que el flautista de Hamelin es el crimen organizado y está encantando no sólo a los jóvenes de barrios vulnerables, sino que está atrayendo a sus filas a empresarios, políticos, autoridades, funcionarios policiales y judiciales que prefieren renunciar y pasarse al lado oscuro pues económicamente es más atractivo, a pesar del costo de una menor expectativa de vida.

Se le echó la culpa al sector público de la debacle económica del país, y con esas reglas fiscales más bien se ha demostrado que recortar presupuestos públicos derrumba la seguridad, la investigación criminal, la administración de justicia, los programas preventivos, etc.

No acabará pronto, no; hasta que haya una verdadera política de Estado en este tema y que sea integral que abarque educación, salud, agro, cultura, deporte, ciencia y tecnología.

Y que también abarque valores, pero al mismo tiempo castigue duramente a los culpables (autores materiales e intelectuales de esta hecatombe).

Y muchos padres y madres también tienen parte de este asunto al alcahuetear las "gracias" de sus peques, se debe corregir bien para enderezar bien, la educación inicia en casa y continua en el centro educativo, pero al estar los padres y madres ausentes, pues no hay una supervisión adecuada y si tras de eso el sistema educativo no está la altura, la persona no tiene herramientas de vida para poder tener posteriormente mejores y mayores oportunidades laborales formales ....así como también lamentablemente hay muchos hogares donde todos sus miembros se dedican a delinquir o bien a deseducar a sus hijos e hijas.

El fenómeno delictivo tiene toda una multicausalidad y se debe abordar desde muchos ámbitos, aquí no es el espacio para dar posibles soluciones, pues es una columna de opinión, eso sucede hasta que haya mesas de diálogo con especialistas en la materia, y ejecución de los acuerdos tomados sin importar color ni ego político.

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