Por Jennifer Fernández Acuña – Estudiante de la carrera de Odontología
En el momento que una persona presenta una condición diferente en una sociedad que no es inclusiva se hace difícil llegar al nivel de igualdad de esas personas comparadas a otros individuos y se convierte un problema de valores éticos en ámbitos profesionales. Esto viene muy de la mano con no aplicar correctamente los códigos éticos en nuestro entorno. Uno de los que más representa controversia es la discriminación, que se da por diferentes barreras sociales y religiosas que presentan qué es lo bueno o malo, correcto e incorrecto, que las personas deberían seguir como reglas inquebrantables. Por ejemplo, si se compara, en el ámbito profesional, la salud odontológica de una persona de raza blanca con una de raza negra, no debe existir ninguna diferencia en su trato al ser atendido; pero en algunas sociedades del mundo se da una diferencia exponencial, como lo estamos viviendo en este momento en que la raza negra es tratada como la clase inferior o esclava por solo su color de piel y cultural, que es algo insignificante.
Esta situación ha llegado más allá de ser solo una condición, lo que ha logrado es afectar su trato en diferentes espacios sociales como el de salud, economía, psicología, laboral, hasta en circunstancias personales, entre otras. Por eso los valores éticos son sumamente importantes para desarrollar la igualdad en todos hábitos y ayudar a formar un pensamiento lógico y crítico en la resolución de problemas. Estos valores éticos se aplican en todas las ramas de salud desde el momento que se necesite analizar, planear, argumentar y dar soluciones fundamentales a los problemas éticos. Por eso, en la actualidad, se ha podido contribuir, en varias zonas profesionales, para un mejor desarrollo laboral por medio del Código de Ética. Asimismo, por el apoyo de este código se ha planeado artículos para formar inclusión total de las personas sin importar su situación.
En este caso, se ve reflejada la solución de este problema en el artículo IV del Código de Ética del Colegio de Cirujanos Dentistas de Costa Rica (CCDCR), que hace mención a que el cirujano dentista debe atender con la misma moralidad de diligencia a todos los pacientes, independientemente de su condición individual, sin tomar en cuenta su situación socioeconómica, raza, sexo, religión, opinión, naturaleza del problema de salud o cualquier otra situación (Colegio de Cirujanos Dentistas de Costa Rica, 2011). Este artículo se establece para que no exista la discriminación en la atención del paciente ni al solucionar problemas de salud oral, con la intención de promover el bienestar del paciente, de manera que la relación odontólogo-paciente sea de la mejor manera en el trabajo (Duany, Turcáz y González, 2014).
De esta manera, el odontólogo debe actuar en un marco de valores humanos y normas profesionales de gran importancia como las siguientes:
• La vida del paciente y la salud general.
• La salud oral del paciente, entendida como un funcionamiento oral apropiado y sin dolores.
• La autonomía del paciente.
• La preferencia del profesional por ciertas prácticas diagnósticas y terapéuticas.
• La práctica eficiente, considerando el costo de la atención a la salud.
Este conjunto de valores, junto a los principios y las normas, forman parte de la ética profesional y son formas fundamentales en que la moral presenta contradicciones, retos o desafíos de la época a dichos profesionales según la naturaleza de su función social (Mendoza, Martínez y Rodríguez, 2009). Cabe destacar que los artículos dentro del Código de Ética se deben seguir adecuadamente para llevar el profesionalismo al nivel adecuado. Al igual que es importante recordar que no es la capacidad lo que hace difícil la vida, sino las barreras que pone la sociedad.