Antes de empezar solo quiero aclarar que amo la CCSS, y que nuestro sistema de seguridad social es un modelo para muchos países. Una vez dejado claro esto, quiero compartirles lo siguiente.

Como la mayoría de los médicos —pienso yo— empecé mi trabajo en la institución hace ya más de 11 años tratando de marcar una diferencia. Tratando de atender de la mejor manera posible mis pacientes. Pero de las primeras cosas que uno se da cuenta es que la CCSS exige que un médico en un EBAIS tiene que ver 5 cinco pacientes por hora; 11 años después sigo sin entender como un médico puede escuchar al paciente con atención, hacer un buen examen físico, revisar laboratorios, escribir en el expediente, hacer recetas, solicitar nuevos estudios (si lo amerita) y, por último y más importante, tener el tiempo suficiente para explicarle al paciente los hallazgos que salieron de su examinación y aclarar cualquier duda en poco más de 10 mins. Todo esto sabiendo que la sala de espera está llena y probablemente con pacientes tocando la puerta para ver si uno los puede ver de recargo porque lamentablemente no pudieron conseguir cita.

Con el pasar del tiempo cambie de cassette y me enfoque en “sobrevivir”. Luego de 1 año trabajando en EBAIS, conseguí trabajo en el servicio de emergencias de un hospital de la Gran Área Metropolitana, como todos los servicios de emergencia que he visto desde que soy estudiante de medicina era un servicio que trabajaba mucho más allá del 100% de su capacidad el 100% de los días.

Es lamentable ver pacientes bastante mal de salud en una butaca y esperando una cama. La frustración que causa no poderles brindar la atención adecuada o individualizada que se merecen. Y uno no se puede echar a llorar todos los días, hay que seguir adelante.

Prontamente comprendí que dar consulta al menos en la CCSS por el contexto expuesto no era mi fuerte. Por lo cual debido a esa razón y otras escogí de especialidad anestesiología, en donde no importa que tan complicado este el paciente, siempre es un paciente a la vez en un quirófano y se dura lo que se tenga que durar para que la cirugía (y la anestesia) salgan de la mejor manera.

Sin embargo; se vienen dos factores. El primero de ellos la aprobación de la Ley de Fortalecimiento a las Finanzas Públicas (Ley 9635) y la Ley Marco de Empleo Público (Ley 10.159). Estoy consciente que esas dos leyes vinieron a parar un montón de abusos con respecto a los salarios, en especial a los que tenían más de 20 años laborando, pero también hacen que para especialistas nuevos, como mi persona, el salario no crezca.

Un ejemplo de esto es que este 2024 va a ser el quinto año consecutivo sin aumento salarial para el sector público. En otras partes del mundo varios países desarrollados dieron incentivos salariales a los trabajadores de salud durante los años de pandemia debido a la recarga de trabajo tanto física como mental. Aquí por supuesto no hubo un aumento así (nuestra realidad económica es otra) pero fue muy decepcionante ver todo el alboroto que se armó por el aumento de los 7500 colones (ajuste salarial del segundo semestre 2019) que había estado congelado durante la pandemia.

El segundo factor es la fuga de especialistas, no voy a ahondar en las razones de esa fuga pero es una combinación de: salarios, flexibilidad de horarios, ambiente laboral e infraestructura entre otros.

Para los que seguimos en la institución y vemos cómo seguimos perdiendo compañeros de trabajo es un golpe anímico grande. Evidentemente la institución trata de seguir haciendo lo mismo y cada día más con cada vez menos especialistas. Cada vez hay más recarga de trabajo porque somos menos y se nos pide cada vez más, es decir menos manos para sacar el mismo volumen de trabajo que antes, y la institución trata, en la medida de lo posible, de seguir sacando el trabajo buscando siempre el bienestar de los pacientes. Es causa de mucha tristeza las listas de espera, pero al menos en el corto y mediano plazo con la fuga de especialistas se van a seguir dando y en el mejor de los casos los plazos de listas de espera no se alargarán todavía más.

El resumen: la condición actual de muchos especialistas es que cada día nos exigen más,  somos menos y, simultáneamente, nos tienen sin ajustes salariales desde hace poco más de 4 años, lo que provoca un círculo vicioso en donde se fugan más especialistas.

En lo personal no veo una solución al corto o mediano plazo para mi amada institución.

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