Por Sylvia Abarca Blanco y Javier Prado Álvarez- Estudiantes de la carrera de Ingeniería en Seguridad Laboral y Ambiental
¿Por qué tantos trabajadores del sector piñero terminan con un grave deterioro en la salud e incluso muertos? Uno de los principales factores es el uso de plaguicidas en las siembras; estos productos son potentes químicos que eliminan las plagas de los cultivos para evitar daños o pérdidas en la producción. Al tratarse de sustancias químicas se debe seguir una serie de medidas de seguridad para prevenir accidentes o enfermedades desencadenantes de esta exposición.
Es importante recordar que, en la industria piñera, generalmente, establece largas jornadas de trabajo a los colaboradores, en las cuales —en la mayoría de casos— hay exposiciones constantes a altas dosis de químicos, ya sea por trabajo directo o por un ambiente contaminado. Adicionalmente, no se toman las medidas adecuadas para proteger a las personas e informarlas de las consecuencias del uso de plaguicidas, y se deja de lado la importancia y responsabilidad de trabajar y exponer vidas humanas.
En Costa Rica existen documentos del Ministerio de Salud y otros entes que abordan el tema de agroquímicos. Uno de ellos es el Reglamento de Salud Ocupacional para el manejo y uso de agroquímicos, el Decreto ejecutivo Nº33507-MTSS, el cual, en su artículo 5, establece que es obligación del patrono adaptar y proveer a los trabajadores de todo lo relacionado con salud y seguridad; entre esto brindarles el equipo de protección personal adecuado para cada necesidad (Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 2009). Asimismo, en el reglamento se establece que se debe capacitar al personal no solo en materia técnica sobre el uso del químico, sino en conocer las consecuencias y enseñarles sobre el manejo responsable de los materiales para evitar daños a la salud. Además, se debe indicar medidas de seguridad para almacenamiento, transporte, y otras buenas prácticas para mantener el mayor grado de bienestar físico, mental y social de los trabajadores.
A pesar de contar con reglamentos en el país, las industrias piñeras no acatan dichos mandatos, y los números de afectados son cada vez más alarmantes. Según el Estado de la Nación (2018), en un informe del 2018, más del 50% de las fincas usaban fertilizantes. En Costa Rica, se han presentado casos graves con agroquímicos desde los años 60, como fue el uso del Nemagón que hoy en día presenta consecuencias y discusiones a nivel nacional. También se sabe de casos recientes en piñeras de las zonas Norte y Caribe, donde las personas han presentado cáncer, afectaciones en la piel, infertilidad, problemas respiratorios, malformaciones y abortos espontáneos a causa de la exposición durante largos periodos a químicos.
Conociendo los datos y la existencia de reglamentos, ¿por qué no se ponen en práctica las medidas se salud y seguridad recomendadas? Es una realidad que a las industrias piñeras les importa más una alta producción que velar por el bienestar de sus colaboradores. La mayoría no contrata bajo cumplimiento de la ley a los trabajadores para evitar pagarle al Estado y para que no representen una responsabilidad en caso de un accidente o enfermedad laboral. Por lo tanto, se deben hacer cambios en las regulaciones para este tipo de empresas por parte del gobierno; además, hacer inspecciones, exigir documentos que respalden que cada trabajador cuenta con un seguro y prohibir su funcionamiento si no se cumplen las medidas de seguridad en las áreas y procesos de trabajo. Estableciendo multas y penas para las empresas que se rehúsen a estos cumplimientos, se puede empezar a hacer justicia para las personas, y evitar que termine siendo un sector que acabe con vidas humanas.