Por Alina Cedith Miranda Sandí – Estudiante de la carrera de Derecho
El mundo se encuentra siempre en constante cambio, especialmente en situaciones donde los seres humanos se ven obligados a realizar estos cambios por su propia salud y bienestar, como sucede en este momento debido a la pandemia producida por el COVID-19. Uno de los cambios más grandes lo han tenido que realizar los estudiantes, desde los niños de escuela hasta los jóvenes en las universidades, ya que se ve suspendida su educación presencial por completo. Esto ha llevado a docentes e instituciones completas a buscar diferentes métodos de enseñanza; una de estas, y quizás la más efectiva, es la educación virtual. Un estudio realizado por UNESCO el pasado marzo arroja resultados impactantes sobre esta modalidad: “el número de estudiantes afectados por el cierre de escuelas y universidades en 138 países casi se ha cuadruplicado hasta alcanzar los 1.370 millones, lo que representa más de 3 de cada 4 niños y jóvenes en todo el mundo. Asimismo, alrededor de 60,2 millones de maestros en el mundo tampoco pueden trabajar en las aulas.” (UNESCO, 2020).
Aunque la educación virtual ha resultado una herramienta esencial durante esta emergencia, no es la manera ideal en la que muchos estudiantes deberían estar aprendiendo. Es muy diferente, por ejemplo, que un estudiante de medicina esté aprendiendo todo desde su casa, en vez de estar practicando en laboratorios debidamente equipados. Sin embargo, cuando hablamos de estudiar Derecho de manera virtual, esta modalidad se adapta perfectamente a lo que los estudiantes necesitan, los libros de texto se pueden compartir de manera virtual, las clases se pueden complementar con lecturas, videos y demás contenido que se puede encontrar fácilmente en internet.
Existen diferentes técnicas y métodos que se pueden implementar en la rutina o costumbres del estudiante para que, de esta manera, se pueda manejar de forma más adecuada el estar estudiando de manera virtual, especialmente estudiando Derecho. Algunas de estas técnicas o métodos pueden ser los siguientes:
• Buen manejo del tiempo. En este punto se pueden resumir muchas de las buenas prácticas que debe tener un estudiante, como la responsabilidad y demás. Es esencial que el estudiante tenga claro cuándo se debe entregar tareas o proyectos para, de esta manera, tener claro cuánto tiempo le llevaría realizarlos; así se cuenta con el tiempo suficiente para revisarlos y asegurarse de que se está entregando el mejor trabajo posible.
• Tomar notas durante clase. Se tiene la creencia de que porque se está estudiando de manera virtual no es necesario que los estudiantes estén tomando sus notas regulares. Sin embargo, esta práctica puede resultar esencial a la hora de tener una mejor comprensión sobre el tema que se está analizando, más si este tiene cierto grado de complejidad u entendimiento profundo, como puede pasar frecuentemente a la hora de estudiar Derecho.
• Repaso de las clases o de las notas. A la hora de estudiar Derecho es muy común que un tema desenlace otro tema, por lo cual es esencial el buen entendimiento del primero. Es recomendable que el estudiante repase antes de llegar a la clase, ya que así su entendimiento va a ser mejor y resultará más fácil su buen aprendizaje de ambos temas o los demás que se vayan a relacionar.
En una entrevista realizada a la estudiante de Derecho, Sharon Barboza, ella comenta que la manera de sacar mejor provecho a las clases y obtener un mejor aprendizaje de manera virtual es la organización de su tiempo y el interés que el estudiante demuestre. Sin embargo, asegura que el estar estudiando mediante esta nueva modalidad no afecta el poder culminar sus estudios de Derecho (S. Barboza, comunicación personal, 16 de junio de 2020). De esta manera, podemos concluir que, aunque las circunstancias no sean las ideales, el estudio de Derecho de manera virtual es una realidad y, no solo esto, sino también una posibilidad.