El pueblo de Esparza eligió a sus nuevas autoridades políticas para el periodo 2024-2028, posterior a un proceso que en primera instancia se vislumbraba raquítico pero que terminó impactando con un fuerte auge político, en la medida en que se acercaba el día de las elecciones. El proceso dejó nuevas experiencias, a raíz del nuevo formato de votación con la implementación del voto electrónico. Esta nueva modalidad, a pesar de ser en su génesis un esfuerzo noble e intencional, por tratar de optimizar y modernizar el sistema de elecciones en Costa Rica, terminó abriendo el portillo hacia lo que llamo, la “dualidad del voto”.

Esta dualidad, está intrínsecamente asociada a la pérdida de autonomía del sufragio activo, el cual es aquella aptitud y derecho que ostenta todo ciudadano de escoger a sus representantes. La dualidad de la que hablamos se vio reflejada a través del voto asistido, como consecuencia de la incapacidad procedimental en el manejo de la máquina receptora de votos para parte de cierto grupo de la población, especialmente la adulta mayor, quienes se mostraban susceptibles a prácticas para inducir al error.

La falta de una anticipada campaña educativa y la poca cultura política para someternos a un cambio en lo concerniente a la modalidad del voto, terminó favoreciendo a algunos partidos tradicionales, que, en aprovechamiento de las pocas falencias o deficiencias de este sistema, se confabularon para desarrollar una estrategia en escala de captura de electores, mediante el voto asistido.

Lo anterior, me permite profundizar en lo que fue mi experiencia, no solo como elector y candidato, sino como ciudadano y politólogo. En ese sentido, considero que este proceso, dejó entrever una realidad antagónica y distinta de la que percibimos como democracia. La situación de agresión y coacción que se suscitó en la Escuela Arturo Torres Martínez no es de recibo. Por primera vez en la historia de las elecciones municipales del cantón de Esparza, la fuerza pública tiene que atender el llamado y realizar una intervención policial inmediata, en virtud de los acontecimientos que se estaban presentando, donde los más perjudicados, resultaron ser los miembros de la Junta Cantonal y de las mesas receptoras de votos. De los cuales, algunas de estas personas fueron agredidas, insultadas y severamente compelidas a tomar acciones al respecto, pues la situación se salía totalmente de control.

Algunos ciudadanos y también partidarios de las diferentes estructuras políticas, manifestaron el descontento con la militancia del Partido Unidad Social Cristiana, quienes fueron los vencedores de este proceso en Esparza, pues afirmaban ser estos últimos, los promotores de la situación. Sin duda alguna, estos acontecimientos quedarán grabados, para reflexionar y analizar pormenorizadamente los efectos colaterales del voto electrónico.

Con relación a la participación de los diferentes partidos políticos en el cantón de Esparza, conviene recordar que el pueblo podía escoger entre 5 opciones: el Partido Liberación Nacional, Partido Unidad Social Cristiana, Partido Liberal Progresista, Nueva República, Unidos Podemos y Aquí Costa Rica Manda.

Aunque el camino para este último partido fue corto, por motivo de incumplimiento de las reglas del juego en lo que a paridad de género refiere, este tuvo un protagonismo interesante, en el marco del análisis de este proceso, pues la limitación que los llevó a presentar únicamente papeleta de regidurías, no detuvo las intenciones de una futura coalición, no oficializada, con el partido Nueva República, que terminó captando un porcentaje significativo de los votos para Alcaldía y Sindicaturas de ACM.

Mientras tanto, Unidos Podemos se mostró desde el principio como una opción débil y con una base estructural mal organizada que terminó reflejándose en los votos recibidos. Si bien, se esperaba más repunte político por ser una estructura con un pasado prometedor y siendo su candidata en esta ocasión una mujer de renombre en el cantón, por su actual posición como regidora en Concejo Municipal, no reunió los votos necesarios para ganar la Alcaldía Municipal de Esparza.

El Partido Liberal Progresista se introdujo en estas elecciones como un partido nuevo y emergente, sin antes haber participado en previos procesos municipales. Un partido que apuntó a perfiles muy interesantes que contemplaba auténticos profesionales, empresarios y servidores comunales que lograron formular uno de los mejores programas de gobierno. No obstante, la factura de la iniciación en política terminó de sopesar e influir en los resultados. Es prudente indicar que el movimiento político construido en 6 meses fue contundente y propositivo, mismo que deberá perfeccionarse y amalgamarse para futuros procesos.

Nueva República obtuvo resultados muy atractivos, ocupando de esta forma el tercer lugar en el cantón de Esparza y con altas posibilidades de consolidarse en una gran fuerza política a futuro. Su candidato, se presentó como la opción más joven, dentro de un grupo de veteranos políticos. En consonancia con lo anterior, recibió algunos ataques correlacionados a su pasado como dirigente del Partido Liberación Nacional. Sin embargo, logró cimentar las bases de la estructura con una fuerte identidad política que se constituyó como la verdadera oposición al tradicionalismo enquistado en Esparza.

En cambio, la estructura del Partido Liberación Nacional se mostraba desgastada y fuertemente erosionada a lo interno, luego de la aprobación de la Ley 10.183, que prohibió la reelección del actual alcalde, reconocido por ser la máxima figura política de este partido en el cantón. La prohibición señalada, junto con la designación del género en los encabezamientos de las alcaldías, los llevó a postular el nombre de la que hoy ejerce como vicealdesa.

Liberación Nacional habría logrado consolidarse en el cantón por 12 años, luego de intentar en dos ocasiones sin mucho éxito, y en una tercera oportunidad haberle ganado el pulso político al PUSC, que gobernó durante 16 años al cantón de Esparza. Los años de gobierno liberacionista marcaron un antes y un después en la vida de los ciudadanos. De los aciertos que se deben reconocer, encontramos un saneamiento de las finanzas públicas y una notoria mejoría en la recaudación de los impuestos, para la ejecución y desarrollo de obra en el cantón. No obstante, conforme transcurrían los periodos, se denotaba una especie de conformismo e inacción política para hacer frente a los problemas que aquejaban a la comunidad esparzana, tales como el desempleo, la inseguridad, poca inversión extranjera directa, nula articulación con organizaciones sociales y gobierno central, escasas oportunidades para los jóvenes, entre otras.

Lo anterior, produjo un resentimiento social y una pérdida de confianza de parte del elector hacia el proyecto político impulsado por la estructura liberacionista. Desgranándose y provocando un desalineamiento estructural que terminó de socavar y debilitar el músculo político del partido. Existen muchos factores que llevaron al PLN a su fracaso electoral, pero principalmente podemos encausarlas en la ausencia de renovación en su estructura, en las decisiones centralizadas, el abandono de algunas comunidades, los intereses políticos familiares que se movían y la carencia de visión para transformar y desarrollar al cantón de Esparza, fueron algunas de ellas.

A pesar de haber obtenido gran apoyo y ganado con sobrada ventaja en las elecciones municipales del 2020, sabíamos desde el principio de este proceso, que el apoyo a la agrupación liberacionista comenzaba a deteriorarse. Cada proceso es diferente, se gana o se pierde en función de diferentes factores. El PLN, aún obtiene un porcentaje en términos de votos considerable que los sitúa como la segunda fuerza política del cantón. De este resultado, corresponde poner las barbas en remojo y analizar detenidamente el futuro de su partido para los procesos municipales venideros.

Luego de 12 años en los que el Partido Unidad Social Cristiana, únicamente lograba posicionar regidurías a nivel de concejo municipal, logró para estas elecciones, llevarse el combo completo, ganando la alcaldía y reuniendo mayoría en el futuro Concejo Municipal entre regidores y síndicos. Una realidad totalmente inversa a lo que el dominio político liberacionista habría logrado consolidar.

Desde lo interno, una estructura poco equilibrada desde mi óptica y aunque el candidato a la alcaldía por el PUSC, reunía todas las cualidades para postular su nombre a un puesto transcendental, su liderazgo de alguna manera se veía atenuado por un grupo sin tanta experiencia que lo acompañaba. No obstante, su reconocido pasado en el sector público, la mística política que lo caracterizó y el apoyo de una estructura “mariachi” totalmente cohesionada, terminaron de afianzar y fidelizar el voto esparzano, otorgándole un efectivo gane en este proceso.

Ciertamente, su campaña se vio envuelta por una serie de cuestionamientos a raíz de la renuncia de uno de sus hijos, a la presidencia del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (INCOP), por supuestas relaciones con personas asociadas al narcotráfico. Sin embargo, la noticia no caló lo suficiente para ser un tema que comprometiera la campaña de su padre, el señor Bienvenido Venegas, quien merecidamente ganó las elecciones municipales de Esparza.

Por otro lado, las cifras de abstencionismo son cada vez más preocupantes y alarmantes. Para el caso concreto de Esparza, más de la mitad de los ciudadanos no votaron, alcanzando una abstención del 56,57%. Desafortunadamente el índice ha sido constante y periódico en los últimos procesos, sometiendo la decisión del futuro de nuestro cantón, en manos de una minoría.

La ciudadanía, el sistema de partidos políticos y las autoridades institucionales, deberán repensar las cosas, si efectivamente aspiramos a conseguir resultados diferentes. El panorama sociopolítico en Esparza es complejo, la poca participación en la esfera pública, la falta de voluntariado y de interés del acontecer local, es un síntoma de la carestía de cultura política. El cantón de Esparza no está listo para incursionar lejos del tradicionalismo, el multipartidismo se coló en el cantón, pero no ha tenido éxito.

Esparza se encuentra en la víspera de la conmemoración de sus 450 años, una fecha que toma especial relevancia, pues retrata toda la historia patrimonial, cultural y social de nuestra civilización. A la luz de esta efeméride, la nueva administración, cargará sobre sus hombros, los retos y desafíos que enfrentamos como sociedad, teniendo la responsabilidad moral y política de trabajar para hacer frente a los problemas que aquejan al pueblo, contribuyendo con gran sentido social y poniendo al ciudadano en el centro de todas las decisiones.

Finalmente, deseo agradecer a cada persona que confió en mí y en mi equipo de trabajo. Decidí dar un paso al frente como joven en política, a sabiendas de la responsabilidad que acarreaba, pero con un profundo sentimiento de compromiso para ayudar a quien lo necesite. Seguiré aportando y contribuyendo a mi cantón desde diferentes espacios, consciente de que lo más importante, lejos de colores políticos, es el beneficio del pueblo.

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