Por Alejandro Rojas – Estudiante de la carrera de Publicidad
En esta época el mundo está sufriendo muchos cambios, pero también se está arreglando de muchos daños, la pandemia del Covid-19 ha afectado al planeta de maneras tanto positivas como negativas. Definiendo un poco, la globalización es un proceso extremadamente grande, en el cual están involucrados todos los países del mundo, y sirve para estar más conectados los unos a los otros, hacer crecer la economía y mejorar el estilo de vida de muchas personas.
Para hablar un poco de lo bueno, podemos ver la disminución de contaminación en todas las ciudades en el mundo debido a la cuarentena, ya que disminuye el flujo de personas en los lugares públicos. Hay mucho menos gases nocivos para el ambiente, lo cual ha hecho que la contaminación se reduzca considerablemente. Sin embargo, debido a esto, hay algo que afecta el avance de la humanidad: la economía a nivel mundial se ve muy afectada, ya que al estar en una emergencia mundial muchos países deciden cerrar fronteras para evitar contagios extranjeros, pero esto también cierra puertas a las importaciones, lo cual va a afectar no solo a los que lo exportan, sino a los que lo importan, ya que no van a tener su producto o mercadería.
Los países no solo se ven afectados por los productos que exportan e importan, sino que también esta emergencia afecta a muchos negocios, ya que no entran en las necesidades básicas del ser humano y tienen que ser cerrados a la fuerza por nuevas leyes o porque simplemente están quebrados por la falta de dinero. “Al menos 79080 restaurantes cerraron en Costa Rica por el impacto del coronavirus” (Montero, La 2020). Es una situación difícil en la cual los humanos tienen que unirse para ganar la batalla.
La globalización ha hecho que hoy en día tengamos lo que tenemos: teléfonos hechos en China, alimentos traídos de México, ropa estadounidense, dinero por la conexión a internet, y facilidad de trabajo y comunicación a otros países. No obstante, debido a esta pandemia, todo se ha restringido más, ya que todo se ha detenido. Las personas están cansadas de estar encerradas en sus casas, desean volver a la vida “normal”, pero si vemos atrás vemos cosas que hemos hecho mal, como tanta contaminación y daño al planeta y a los animales. El mundo mientras se des-globaliza se siente más puro, se baja el ritmo de las cosas, se respira aire más puro, se concientiza más sobre lo mal que estamos haciendo, y eso que llamamos “normal” hay que cambiarlo, vivir de una forma más consciente sobre la higiene personal y pública, sobre lo que se gasta, sobre cómo vivir de forma más sustentable; porque sin planeta no hay manera de avanzar y el humano terminará perdiendo la batalla con la naturaleza.
Para concluir, el vencedor de esta batalla tiene que ser el ser humano porque se va a beneficiar al tener un planeta mejor cuidado, al ser más conscientes, más precavidos y responsables. Se debe valorar la importancia de la vida para así tener una cultura que llame la atención y, ya después de mejorar como seres humanos, nos podemos enfocar en avanzar con la globalización cada vez más y crear nuevas oportunidades económicas para todas las personas.