Por Elizabeth Sancho Barrantes – Estudiante de la carrera de Publicidad
Cómo olvidar los anuncios con falta de presencia femenina o mal interpretadas, ¿cierto? Y es que la publicidad se dedicaba a comunicar utilizando a las mujeres como un accesorio en la creatividad y fomentaba estereotipos negativos en la mente de los consumidores. En el siglo XXI, nuestra sociedad ha despertado un interés en generar equidad entre géneros en el área social, económica y profesional, y poco a poco hemos visto cambios en favor de esta causa. Es entonces que las grandes marcas se dieron cuenta de que tenían que generar una diferencia y ser partícipes del cambio.
Un claro ejemplo de la falta de empatía con el género femenino es un famoso anuncio de las cervezas Schlitz titulado “Don't worry darling, you didn't burn the beer” (Traducido como “No te preocupes querida, no quemaste las cervezas”), en el que se mostraba el estereotipo femenino más cliché de que solo servíamos para cocinar y que, a veces, ni eso lográbamos. Este tipo de publicidad es con la que varias generaciones crecieron creyendo que era gracioso, y este es uno de los muchísimos ejemplos de anuncios que han creado estereotipos negativos y dificultan la lucha contra la desigualdad de género, el peor enemigo que la sociedad tiene.
Sin embargo, así como las personas, las acciones pasadas no definen quiénes son en el futuro. Marcas importantes como Nike con sus campañas “Dream Crazier” o “Like a Girl” han roto récords en cantidad de views y ROI después de sacar sus campañas al público. Las campañas tienen como fin aumentar las ventas, pero, al mismo tiempo, se habla de estos temas, haciendo un cambio en el chip que tenemos como consumidores. Dejamos de ver famosos jugadores de fútbol o básquetbol para ver atletas reconocidas y hasta oírlas narrar los anuncios. ¿Cómo no enamorarse de una marca que logra cambios positivos en la sociedad?
Muchos nos preguntamos por qué lo hacen ¿Qué gana una marca multimillonaria al apoyar un movimiento social? Pues, lo principal, simpatía con la gente, volverse un lovemark para el cliente, pero, en especial, revertir el daño que han hecho durante tantos años con publicidad machista. Además, según diferentes investigaciones de mercadeo, el 70% de las compras están motivadas por la figura femenina de la familia, es decir, creamos publicidad para hombres cuando las que toman la decisión de compra son las mujeres. Este tipo de detalles hacen que una marca tome una decisión tan radical porque aparte de educarlos acerca del consumidor, les da validez sobre sus acciones.
Es de suma importancia que la publicidad deje de generar contenido misógino para ayudar en la búsqueda de la igualdad, tanto para sociedad como para el bien de la marca. Con estos pequeños cambios, las personas transforman su forma de pensar, dejamos de escuchar tantos comentarios negativos en contra de las mujeres y comienzan a verlas como iguales. Los niños crecen viendo buenos ejemplos de igualdad y, en un futuro, hasta se podría decir que las marcas colaboraron en la eliminación de estereotipos negativos para crear una mejor sociedad y un cliente mucho más educado.