¡Qué tiempos vivimos!
La violencia y la intolerancia contra la igualdad real de la mujer y su participación en política es un problema cultural, que se corrige a través de la educación, a lo largo de generaciones y, sobre todo, dando el ejemplo. No podemos permitir que se niegue el esfuerzo de muchos por el avance en la participación de las mujeres en diferentes ámbitos, a través de desafortunadas acciones y expresiones de quienes no comprenden el imperativo del cambio, apegándose a viejas prácticas para justificar sus errores.
Los hechos que involucran el muy desafortunado comentario contra Karla Prendas nos obligan a manifestarnos. Con nostalgia recordamos al gobierno al que pertenecimos y el rechazo sistemático a los comentarios y chistes machistas. Nadie los hizo nunca en los Consejos de Gobierno, ni en otras actividades. Nadie se hubiese atrevido. Todos aprendimos que la nueva visión del mundo se encaminaba al respeto y a la inclusión.
Las inaceptables declaraciones de Elliot Coen, asesor temporal del PLN, no representan a la mayoría de liberacionistas. El PLN promovió el voto de la mujer, ejercido desde 1949. Victoria Garrón Orozco fue vicepresidenta de la República, durante el primer gobierno de Óscar Arias Sánchez (1986-1990) y fue la primera mujer vicepresidenta en la historia de Centro y Norteamérica. En ese período, Rose Marie Karpinsky Dodero fue la primera mujer en presidir la Asamblea Legislativa; además, por iniciativa del PLN se aprobó una ley que defiende la igualdad real de la mujer. Años después, otra liberacionista, Laura Chinchilla Miranda, alcanzó la Presidencia de la República. Este legado partidario debe preservarse; por ello calificamos la referencia del señor Coen a la señora Karla Prendas de burda y elaborada bajo una perspectiva superada y ofensiva.
Las autoridades del PLN deben ser consecuentes, públicamente, con la trayectoria y el legado pro diversidad y participación del partido. Cualquier contratación debe implicar un mejor análisis de la visión del mundo de los aspirantes; cualquier manifestación machista, xenofóbica o contraria al respeto hacia los demás debe ser motivo para descartar contrataciones. Nos solidarizamos con Karla y con todas las mujeres víctimas de ofensas machistas.
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