Mi segunda columna el año pasado fue sobre el amor y la comunicación, me sirvió de catarsis porque estaba en un duelo, saliendo de una relación tóxica con un narcisista. El proceso ha sido muy duro, pero puedo ver hacia atrás y me doy cuenta de que he avanzado. Les comparto un poco de lo que viví y aprendí, de esa experiencia.

El amor, no debe doler. El amor no debe ofender, no es amor si hay exigencia, no es amor cuando hay mentiras, manipulación y violencia. No hay amor en el engaño. Punto.

Se me hace fácil escribirlo ahora, yo nunca imaginé que me pasaría, no pensé que llegara a ser víctima de violencia emocional y psicológica, aún en terapia estoy dándome cuenta si también hubo violencia física, y todo fue en “nombre del amor”, he tenido que trabajar mucho en la reconstrucción del amor propio y de la capacidad de amar, porque todo esto genera mucho trauma.

Soy una sobreviviente, tuve suerte. He iniciado el camino de la recuperación, en donde recoger pedazos de la dignidad es de lo más duro, puedo agradecer que tengo herramientas, familia, amigos y terapeutas que, sobre todo, me permiten entender el papel que tiene la comunicación en todo este proceso.

El amor, inicia por una misma, la calidad de vida que tenemos y la capacidad de auto validarnos y de reconocer el momento en el que estamos. La capacidad de hablar y ser responsablemente afectivos, comunicando al entorno, cómo nos sentimos y lo que realmente necesitamos. No es fácil, pero si no lo hacemos, nos ahogamos.

Para aprender a amar después de una relación de violencia, se necesita tiempo, espacio, soledad, algunas veces compañía, una sonrisa y escucha. Todos esos son elementos sutiles de la comunicación los cuales hacen que aprendamos a gestionar emociones y todo ello va de la mano con saber comunicarlas.

Decir, no, también es válido, pero sobre todo ser honesto/a con nuestro estado emocional a todo nivel.

El amor y la comunicación van de la mano, son pareja.

Muy felices días en que el amor, la amistad y los afectos están en la mesa para hablarlos y celebrarlos.

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