Cuando pensamos en espías, el arquetipo que imaginamos es, posiblemente, James Bond, agente del Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido. Este agente secreto de ficción siempre sale adelante, logra sus objetivos y de paso conquista alguna chica (o es conquistado, para que no le tilden de machista en estas épocas de la igualdad de género, aunque ni eso le cura la misoginia); se acompaña de trajes y autos lujosos, alta tecnología, cuenta con el apoyo del gobierno y está al servicio de su Majestad. Ok, Slow Horses es algo como lo contrario.

Acá tenemos a River Cartwright, nieto de un admirable ex agente del Servicio de Seguridad (MI5), joven sensible y con ojos de cachorro, entusiasmado pero ligeramente inseguro que lucha por seguir los pasos de su abuelo. El preciso día en que enfrenta su prueba de campo para formar parte del codiciado MI5, es el día en que falla estrepitosamente. Atentado con bomba en el subterráneo en pleno día, hora pico, cientos de civiles muertos. Una decepción. Así que para Cartwright no hay auto de lujo, no hay tecnología ni apoyo de su gobierno (sobra decir que su Majestad desconoce la existencia de ese servidor), y posiblemente tampoco haya ninguna conquista de chica (aunque en este apartado es donde River mantiene más su determinación).

River Cartwright pasa a formar parte del notable grupo llamado slow horses (caballos lentos). Ahora, entendamos, el grupo es notable no por sobresaliente sino porque lo forman los agentes que han fallado dentro del MI5. Los slow horses están muy lejos de la cima, aunque se encuentran en la sima (la que se escribe con ese). Estamos en el metafórico cajón oscuro donde se guardan las medias que perdieron su par y los sweaters que ya no están de moda.

Ahora es cuando podemos decir que la serie Slow Horses tiene todo lo que se necesita para sobresalir: a Gary Oldman.

Pero no es cualquier Gary Oldman, sino uno que sorbe fideos de la forma más sonora posible, mastica con la boca abierta mientras mantiene una fluida conversación, suelta pedos con total libertad y toma licor barato con la corbata suelta en el escritorio de su oficina al iniciar cada jornada laboral.

Él es Jackson Lamb, director de “la Ciénaga” (Slough House), el centro de operaciones de los slow horses.

Si bien Lamb se ve tan maltrecho que parece no conocer el significado de la palabra salud, en realidad es el mejor agente del Servicio de Seguridad y dirige la oficina con el personal más capaz de todo el MI5. Así que verlo asaltar sin autorización el cuartel central de sus superiores (Regent's Park), y derrotar sin inmutarse a un pequeño ejército armado, mientras canta I'm Gonna Be (500 Miles), vale completamente la pena.

Queda claro que, a pesar de haber sido olvidados por su Majestad, los slow horses muchas veces van a ser los que logren resolver los más complicados casos (no exentos de daños colaterales), aunque las órdenes del cuartel central sean mantenerse al margen. A lo largo de los capítulos podemos conocer cómo estos personajes castigados, en realidad son utilizados por su gobierno para esconder los trapos más sucios de la política interna y de las relaciones diplomáticas; el destierro de “la Ciénaga” es una forma de asegurar su silencio.

Este oscuro caldo de cultivo nos da una serie con un humor igualmente negro. Una serie que se sale de la norma y deconstruye el arquetipo de espías hasta el punto de llegar a introducir en escena a Lamb cuando se despierta con el sonido de su propia flatulencia.

Mick Jagger interpreta el tema original del opening, y sobra decir que la voz de Mick, la letra del tema y las imágenes maridan a la perfección. Un verdadero regalo audiovisual que concentra toda la esencia de la serie.

Último, pero no menos importante, el Will Smith que produce y escribe la serie no es el afamado caballero de Bel-Air, sino un guionista británico de TV. Smith se basa en las novelas (The Slough House Novels) escritas por su compatriota, Mick Herron, para crear esta delicia. Tres temporadas y la promesa de dos más.

La cuarta ya está cocinada y lista para salir a la luz, aunque sin fecha de estreno y la quinta está confirmada. Quedamos más que atentos…

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