Parque Nacional podría experimentar cierres repentinos
La disminución del volumen de agua en el lago ácido del Volcán Poás fue señalada por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori-UNA) como causa del aumento en la actividad eruptiva del coloso alajuelense.
En un comunicado de prensa conjunto publicado la tarde de este martes, los expertos indicaron que la disminución del nivel del lago redujo la presión sobre los gases volcánicos, facilitando el aumento en las erupciones como se ha visto en los últimos días, manifestado principalmente en expulsiones de lodo y gas.
La última erupción, registrada ayer lunes 15 de enero, elevó una columna de material a 200 metros del cráter y aunque no ha ameritado el cierre del Parque Nacional, las autoridades advirtieron que se podrían experimentar cierres repentinos en caso de que las erupciones aumenten, como se tiene previsto que ocurrirá en los próximos días.
La CNE y el Ovsicori afirmaron estar llevando a cabo reuniones regulares y supervisión constante del aumento de la actividad del Poás que se ha registrado desde diciembre del año pasado.
La CNE aconsejó a los visitantes seguir las señalizaciones instaladas y obedecer las instrucciones de los guardaparques para garantizar su seguridad en caso de una emergencia. También se instó a evitar el ingreso a zonas ilegales y restringidas, ya que son las áreas más afectadas por los gases.
En relación al comportamiento volcánico, los vulcanólogos informaron que las señales sísmicas del tremor (tipo de sismo característico de los volcanes) no han variado ni aumentado, y no hay evidencia de sismos internos que hagan pensar que está ocurriendo un fracturamiento o apertura de conductos que permitan el ascenso de magma fresco.
Las expulsiones registradas no superan los 200 metros de altura, lo que refleja una actividad superficial del sistema hidrotermal del Volcán Poás. Sin embargo, este tipo de aumento en la actividad del coloso alajuelense no son eventos aislados, pues este volcán registra un incremento en su actividad freática desde 2017 hasta la fecha, donde se visibilizaron con el paso de los años pequeñas erupciones.
La CNE inició, en colaboración con la administración del Volcán Poás, un proceso de actualización de los planes de manejo de emergencias en el parque. Además, se están llevando a cabo sesiones de trabajo con los guardaparques del lugar para revisar y actualizar los procedimientos en caso de eventualidades.