Un cafecito con Iván

— Algún día este medio crecerá más y me daré el gusto de retomar Café para tres en un ambiente cómodo, donde pueda grabar con invitados programas tan interesantes como el que tendría si Iván Barrantes Ruiz asistiera.

— Por lo pronto, le paso la sugerencia a don Claudio Alpizar Otoya, que viene haciendo un trabajo interesante desde su espacio Noche sin tregua. Ya ha conversado antes con Iván, pero sería oportuno que lo lleve de nuevo, ahora, en este contexto.

— A ver: Iván y yo no nos conocemos pero tenemos claro que nuestras afinidades son escasas, por no decir casi nulas. Eso no me impide reconocerle la astucia y el colmillo que desplegó ayer en su visita la la Asamblea Legislativa, donde se movió como anguila eléctrica en aguas tropicales.

— A pesar de que se trataba de un interrogatorio por definición incómodo, aquello fue más bien un café de chismes políticos digno de Giacomin. El hombre distaba de estar nervioso o inseguro, todo lo contrario, contestó todo lo...