Cuando se compara el costo de construcción de los principales proyectos de carreteras en Costa Rica entre sí y con el promedio de Latinoamérica, se encuentran importantes diferencias, lo cual es muy preocupante y requiere se revise con profundidad.
Según el Foro Económico Mundial (2019), Costa Rica pertenece a los países con la peor calidad de infraestructura vial del planeta, ocupando el lugar 117 de 141 países. Por lo que no es lógico que también tengamos algunos de los costos de construcción de carreteras más altos de la región.
Comparación de costos de construcción de carreteras
Como puede observarse existen grandes diferencias en costos por kilómetro (km). Entre el proyecto de menor costo con el de mayor costo hay una diferencia del 377%. Estas diferencias tan grandes no parecen lógicas. Si bien este es un análisis muy simple que no valora las características particulares de cada proyecto, si es importante para determinar de que se están presentando diferencias muy grandes en el costo de construcción de carreteras y que es necesario realizar un estudio profundo para revisar si estas diferencias son justificables.
Llama la atención el caso de la carretera Cañas a Liberia la cual es una de las mejores carreteras que se ha construido en el país. La misma consta de 4 carriles construidos en concreto. Cuenta con 11 puentes para cruce peatonal, 3 intercambios, 19 retornos, 52 bahías para autobuses, 3 puentes de 4 carriles nuevos, 20 puentes de 2 carriles nuevos, 10 puentes de 2 carriles rehabilitados y 16 pasos de fauna silvestre. Cuando se calcula el costo por km de cuatro carriles de esta carretera nos da un monto de 4.05 millones de dólares, presentando el segundo costo más bajo de la muestra.
Por su parte, la carretera de Cañas a Limonal que se habilitó en marzo de este año, aunque falta terminar obras menores, presenta un costo de 4.32 millones de dólares por km de cuatro carriles. Este proyecto también se construyó en concreto y cuenta con 3 pasos a desnivel, 7 puentes peatonales, 7 puentes vehiculares de cuatro carriles, 3 retornos a nivel y 16 pasos de fauna silvestre.
Es extraño que en los casos de estas dos carreteras a pesar de ser en concreto y tener gran cantidad de puentes, pasos a desnivel, retornos y pasos de fauna silvestre, estén entre las carreteras con los costos más bajos por km y haya otros proyectos que casi cuadrupliquen su costo.
Según un estudio de Lanamme (2017), el costo promedio de Latinoamérica por km de carretera de dos carriles construida en pavimento asfáltico es de 929 mil dólares y en Costa Rica de 716 mil dólares. En un reportaje de Noticias Repretel (2022) sobre la nueva carretera a San Carlos, Lanamme manifestó que el costo de 1 km de carretera de dos carriles en el país es de aproximadamente 1 millón de dólares.
De acuerdo con un informe del BID (2021) con base en la base datos ROCKS (Road Costs Knowledge System) del Banco Mundial, los costos de ampliación de 2 a 4 carriles de una carretera en América Latina es de 4.15 millones de dólares por km y el costo de construir un km de 2 carriles es de 1.39 millones de dólares.
Como puede observarse, algunos proyectos del país presentan diferencias muy grandes en relación con los costos promedio de América Latina, de más del 300%, lo cual requiere una revisión cuidadosa para entender por qué se presentan estas diferencias. Pagar altos costos, evita que se puedan construir o dar mantenimiento a un mayor número de kilómetros de carreteras, haciendo el problema de la brecha de infraestructura del país mucho más grave.
En el caso de la carretera San José a Caldera de aprobarse su ampliación, habría tenido dos inversiones que se deben considerar para estimar el costo final. La inversión del concesionario en el actual contrato de concesión fue de 337.31 millones de dólares. Más la ampliación que actualmente se analiza y que se estima en aproximadamente 515 millones de dólares. Para un costo total de 852.31 millones de dólares, dando un costo por km de 4 carriles de 9.97 millones de dólares.
Para dimensionar mejor lo preocupante de la situación, si se estima el posible sobrecosto que se paga en los proyectos con un costo mayor al promedio de Latinoamérica, este es de aproximadamente 1,900 millones de dólares. Esto es un monto mayor al costo estimado de construcción del Tren Eléctrico de Pasajeros, el cual el país hoy no tiene los recursos para financiar.
La ampliación de las carreteras San José a Caldera como San José a Cartago se ha determinado que requieren un cofinanciamiento del Estado por su alto costo de inversión. Pero si se revisan y se usan costos promedio de construcción de carreteras para Latinoamérica, es muy probable que esto haga que ya no se necesite aportes del Estado. Por esto es vital tener certeza de la razonabilidad de los costos.
Es muy importante revisar y controlar el costo de construcción de los proyectos de carretera en el país. La verificación de que se pagan costos razonables por construcción, rehabilitación y mantenimientos de proyectos es de las tareas más importantes que tiene las entidades a cargo de administrar la infraestructura del país.
Es necesario establecer un rango de precios para asegurar costos razonables. El Conavi con ayuda del Lanamme, debería de manejar una base de datos pública del costo promedio de construcción por tipo de obra (1 km de 2 carriles, 1 km de 4 carriles, rehabilitaciones, puentes, pasos a desnivel, etc.) que sea el punto de referencia para evaluar proyectos y permita hacer comparaciones de costos entre estos. Esto con el fin de garantizar a la ciudadanía que se pagan costos razonables. En las cotizaciones para construcción y mantenimiento de carreteras, se debe de pedir el estudio de costos unitarios para poder hacer un análisis comparativo del costo ofertado y publicar esta información en una plataforma digital pública que le de trasparencia a los proyectos de infraestructura.
Se tiene que buscar que los procesos licitatorios incluyen un amplio rango de empresas para promover una eficiente competencia por precios. Según el Semanario Universidad (2021), del total 605,166 millones de colones adjudicados por Conavi, MOPT, municipalidades y otras instituciones a empresas constructoras para infraestructura vial entre 2014 y 2020, hubo dos empresas constructoras que acapararon el 64.4%. Esto no favorece una sana formación de precios.
Debe limitarse a un porcentaje máximo el grado de participación que tiene un grupo económico en construcción y mantenimiento de carreteras. El mercado de infraestructura vial en el país es lo suficientemente grande para que haya por lo menos 10 empresas que ofrezcan sus servicios al Estado y municipalidades. Es importante revisar con cuidado que se debe hacer para que más empresas locales puedan participar en el mismo. Al igual que atraer a empresas internacionales que participen individualmente o en alianza con empresas constructoras locales.
Es vital realizar un análisis profundo de por qué se presentan estas diferencias tan grandes en costos de construcción de carreteras. De tal forma que la ciudadanía tenga certeza de que se pagan precios razonables y que sus impuestos son bien utilizados.
Este artículo se basa en el estudio: Los retos de la Infraestructura en Costa Rica de cara al siglo XXI. Puede leer el estudio completo en este enlace o un resumen acá.
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