Quiero hacer pública mi más profunda indignación por la decisión que tomaron los directivos de la Junta de Protección Social (JPS) de trasladar la transmisión del programa La Rueda de la Fortuna del Canal 7 al Canal 13. ¿Y por qué esa decisión habría de provocarme indignación? Yo no tengo nada que ver con el Canal 7 como empresa, y no tengo ningún tipo de interés en Canal 7 como empresa. Lo que me indigna es que los miembros de la JPS, siendo plenamente conscientes de que al pasar La Rueda de la Fortuna del Canal 7 al Canal 13, se produciría un enorme desplome en la audiencia, igual lo hicieran.

¿Y por qué habría de indignarme que La Rueda de la Fortuna tenga una caída y un desplome en su audiencia? Porque ese desplome incide en el nivel de venta de las raspaditas. Y resulta que la JPS financia a las unidades de cuidado paliativo que hay en Costa Rica con el 50% de todo lo que recaude con la venta de raspaditas. Y eso sí me indigna. Y eso sí me toca. Y eso sí me interesa.

Tengo autoridad moral para expresar mi indignación porque hace más o menos 30 años di una lucha muy dura, muy difícil, muy dolorosa, para que los costarricenses puedan tener una muerte digna y aliviados del dolor. En 1992, gracias a un recurso de amparo que presenté a la Sala Constitucional, la Sala, en un fallo histórico, dictaminó que los costarricenses tenemos el derecho a ser aliviados del dolor y a tener una muerte digna. Y hoy en día, por una bronca y un resentimiento personal que Rodrigo Chaves tiene con Canal 7, el presidente, mostrando cero empatía y cero compasión con los costarricenses que sufren de dolor crónico y con los costarricenses que están en fase terminal, con tal de sacarse el clavo que tiene con Canal 7, no le importó perjudicar a nuestros compatriotas necesitados desesperadamente de control de dolor y de recibir cuidados paliativos en los últimos días de su vida.

Esto es verdaderamente indignante. Al presidente se le presentaron todos los estudios, todos los datos y todas las cifras que demuestran que al pasar el programa del 7 al 13 se caen las ventas de las raspaditas. Y no solo es especulación, es que esto mismo ya ocurrió en el pasado. El programa se transmitió del 2009 al 2013 en Canal 7, pero se pasó al Canal 13 y se transmitió en el Canal 13 del 2015 al 2020. ¿Y qué ocurrió en ese periodo? Una caída promedio de las ventas del 12 por ciento, que afectó a las unidades de cuidado paliativo que hay en Costa Rica, es decir, afectó a los costarricenses y a las costarricenses necesitados y necesitadas de control de dolor y de cuidado paliativo. Luego pasó de nuevo al Canal 7 y ahí se volvió a transmitir desde 2020 hasta agosto de este año, cuando ocurre esta desgraciada y desafortunada decisión tomada por los directivos de la JPS.

¿Pero qué pasó entonces cuando el programa volvió a Canal 7? Resulta que en el año 2020 las ventas subieron un 19 por ciento y en el 2021 las ventas subieron un 42 por ciento. Así que ya hay un precedente y una experiencia, que el presidente decidió ignorar. Para él es más importante, para él es prioritario sacarse sus clavitos personales con Canal 7, que entender y empatizar con las necesidades de los costarricenses que sufren dolor crónico o que están en etapa terminal de su vida.

Si desde un punto de vista humano y moral la decisión del presidente Chávez y la decisión de los directivos de la JPS es inaceptable y condenable, también lo es desde el punto de vista de la gestión responsable y correcta de nuestros fondos públicos. Resulta que en los cálculos que hizo la JPS decidieron dejar por fuera el que sería quizá el indicador más importante de todos, que es lo que en la jerga de la publicidad se llama el rating y el costo por millar. El rating es la cantidad de personas que ven el programa y el costo por millar, como lo dice el concepto mismo, es cuánto cuesta alcanzar a mil personas, cuánto le va a costar a la JPS que mil personas vean la Rueda de la Fortuna en Canal 13 o en Canal 7.

Basado en los datos que se publicaron el lunes 30 de octubre, pedí ayuda a una de las principales agencias de publicidad de Costa Rica y su departamento de medios hizo el cálculo y ese cálculo resulta en lo siguiente. Según los datos de nuevo publicados el lunes 30 de octubre, transmitir un programa de la Rueda de la Fortuna en Canal 13 cuesta alrededor de 2.800.000 colones, en Canal 7 cuesta alrededor de 2.900.000 colones. La diferencia es que en el Canal 13 ese programa le llega en promedio a 23.000 personas, por el contrario, en Canal 7 ese programa llegaría en promedio a 85.000 personas. Tenemos entonces que el costo por millar pasó de ser de 35.000 colones en Canal 7 a 146.000 colones en Canal 13.

Desde el punto de vista de la gestión responsable y correcta de los fondos públicos, esta decisión es absolutamente descabellada. Quiero decirle a los miembros de la JPS, a sus directivos y a su presidenta Esmeralda Britton González, que todos ustedes nos fallaron a los costarricenses, porque al aceptar ustedes ese cargo, ustedes aceptan la responsabilidad legal y la responsabilidad moral de colocar por encima de todo lo que es el fin último que justifica la existencia de la JPS. ¿Y cuál es ese fin? Ese fin es apoyar y ayudar a los sectores más vulnerables de la sociedad costarricense. Y solo porque el presidente tiene un clavo personal con Canal 7, ustedes se dejaron torcer el brazo, ustedes se dejaron amedrentar e intimidar. Y a ustedes les faltó el valor y el coraje para haberle dicho, no, presidente, no vamos a hacer eso.

Si les queda un poquito de dignidad, todos y todas quienes están en la Junta de Directiva de la JPS deberían presentar su renuncia. Porque el hecho de que ahora salgan a decir que es un contrato solo por seis meses no borra el hecho de que ustedes, en su momento, cuando tenían que poner en primer lugar los intereses y las necesidades de los sectores más vulnerables de Costa Rica, ustedes olvidaron ese deber legal y moral y se dejaron amedrentar por un presidente que tiene cero empatía y cero compasión para con los costarricenses que sufren dolor crónico agudo y con quienes están en los últimos días de vida.

Esta decisión, señor presidente Chaves, se lo digo con todo respeto, incluso para usted es una decisión muy baja. Qué vergüenza, presidente, lo que usted ha hecho. Y si usted, que está leyendo este texto, es partidario o partidaria de Chaves, con todo respeto le digo que hasta usted tiene que aceptar y admitir que ya esta decisión y esta acción tomada por el presidente Chaves sobrepasa todos los límites.

Hago un llamado a los diputados y diputadas de la Asamblea Legislativa, a la Defensoría de los Habitantes, a todas las organizaciones de la sociedad civil y especialmente a todas las organizaciones de cuidado paliativo en Costa Rica y a todos los familiares y a todas las personas que son queridas y tienen un ser querido en etapa terminal, para que todos y todas levantemos la voz, porque esto no se puede tolerar.

Si nosotros como sociedad no somos capaces de indignarnos y levantar nuestra voz ante una decisión arbitraria, irracional, movida solamente por un enojo, una furia y un resentimiento que este presidente ha demostrado ser incapaz de superar, se va a perjudicar a los pacientes terminales de Costa Rica. No podemos permitir que ni un solo ser humano, ni un solo compatriota nuestro, muera rabiando de dolor y tenga una muerte indigna por un capricho mezquino del presidente Chaves.

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