Mivah y Banhvi no conocen características de la población que deberían atender

La Contraloría General de la República (CGR) emitió un informe de auditoría al Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah) y al Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) con el objetivo determinar si su gestión en cuanto a los programas de desarrollo de vivienda y proyectos habitacionales —financiados con recursos del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda (SFNV)— se realizan bajo el enfoque para resultados conforme a lo dispuesto en el marco normativo y sanas prácticas aplicables. El periodo de análisis fue del 1 de enero de 2019 al 30 de junio de 2023 y se extendió cuando resultó pertinente.

Según informaron desde la Contraloría “esta gestión resulta relevante considerando que atiende poblaciones vulnerables, en condición de pobreza, pobreza extrema y que requieren de una vivienda propia o realizar mejoras o reparaciones a la vivienda existente”.

La auditoría encontró que las instituciones ni siquiera tienen claramente identificada la población que deberían atender con estos programas, y señala:

existe un vacío de conocimiento estratégico relacionado con la población objetivo a atender en el mediano y largo plazo, al no contar con una identificación y caracterización precisa y detallada de la población objetivo, sus problemas, causas, efectos e impactos ni se han identificado y priorizado las necesidades puntuales de vivienda que permitan determinar el alcance de la participación o contribución del SFNV en la reducción del déficit habitacional.

Entre los demás hallazgos destacados por la Contraloría están:

  • No se han identificado y priorizado las necesidades puntuales de vivienda que permitan determinar el alcance de la participación o contribución del SFNV en la reducción del déficit habitacional.
  • No se ha definido el valor público que se espera lograr con los recursos del SFNV en términos de efecto e impacto ni se han elaborado indicadores para su medición, líneas base y metas.
  • El Banhvi no cuenta con un inventario o portafolio acorde con las modalidades de vivienda ni su vinculación con los resultados esperados. Tampoco se ha definido una metodología que considere, entre otros, la mejora en la calidad de vida de las personas beneficiadas.

Sobre la auditoria la gerente del Área de Fiscalización para el Desarrollo de las Ciudades, Marcela Aragón Sandoval señaló:

En términos generales determinamos que las labores que realiza el Ministerio y el Banhvi no se orientan a la gestión para resultados. Determinamos un vacío de conocimiento estratégico sobre la población objetivo que considere las causas, los problemas, los efectos, los impactos y las necesidades puntuales de vivienda. Tampoco se ha definido la transformación deseada en términos de impactos y efectos e igualmente de la mejora que se quiere lograr en la calidad de vida de las personas beneficiarias. Esta situación, aunado a la carencia de indicadores de medición de líneas base y metas implica que la aprobación y ejecución de los proyectos, su seguimiento, evaluación y rendición de cuentas en general no se oriente a la gestión para resultados.

Como resultado de los hallazgos la Contraloría ordenó a los jerarcas del Mivah y Bahnvi a “elaborar, oficializar, divulgar e implementar, de forma conjunta, una estrategia que fomente una cultura orientada a resultados a partir del uso de los recursos del SFNV”, así como tomar medidas a lo interno de sus instituciones para mejorar el modelo de gestión para resultados.