Tasa de Política Monetaria ha bajado 275 puntos base durante el 2023.

La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) acordó este miércoles 25 de octubre disminuir el nivel de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en veinticinco puntos base (0,25) para ubicarla en 6,25%, la quinta reducción a ese indicador tras la escalada de subidas iniciada en diciembre de 2021.

Sobre esta reducción desde el Banco Central aseguraron que existe espacio para continuar con la reducción gradual, ordenada y prudente de la TPM, en procura de alcanzar una posición neutral”.

La Tasa de Política Monetaria es la tasa de interés que cobra el Banco Central en sus préstamos a un día plazo en el Mercado Interbancario de Dinero. Se trata del principal instrumento de política monetaria que tiene el Central en su esquema de metas de inflación, y es el que define el corredor de tasas de crédito y depósitos que tiene la institución.

Un aumento en la TPM hace que los bancos tengan que pagar más por recibir recursos del Banco Central, y por ende trasladan esos costos a las tasas que cobran a los préstamos de sus clientes. De este modo, si es más caro para las personas adquirir préstamos, desistirán de hacerlo y sus bancos también dejarán de pedirle recursos al Central, limitando la circulación de dinero y por ende la inflación. Los ajustes en la TPM suelen verse reflejados en la Tasa Básica Pasiva unos seis meses después de aplicados.

Según informaron desde el Banco Central, las consideraciones que la Junta Directiva utilizó para ajustar a la baja la TPM fueron:

  • En el entorno externo, las presiones inflacionarias han cedido a diferentes ritmos entre países; no obstante, la inflación ha sido más persistente de lo previsto, y todavía se ubica por encima del objetivo de los bancos centrales.
  • En agosto del 2023 el Índice Mensual de Actividad Económica creció a una tasa interanual de 6,6% y a una tasa media anual de 5,8% en los primeros ocho meses del año. Al igual que en meses previos, el impulso en la producción provino, en mayor medida, del régimen definitivo, que creció 4,7% en términos interanuales, y que acumuló 11 meses de aceleración mensual
  • Los indicadores del mercado laboral nuevamente mostraron una mejoría. En el trimestre móvil finalizado en agosto, las tasas de desempleo y subempleo se ubicaron en 8,8% y 6,0%, menores en 3,0 p.p. y 3,6 p.p. a las de igual mes del 2022.

Dato D+: A agosto 2023 la población fuera de la fuerza de trabajo aumentó en 206 mil personas en comparación con agosto 2022.

  • En setiembre último la inflación general y el promedio de indicadores de la inflación subyacente continuaron por debajo del límite inferior del rango de tolerancia alrededor de la meta de inflación (3,0% ± 1 p.p.). La primera alcanzó una variación interanual de -2,2%, por lo que, por cuarto mes consecutivo hubo deflación, aunque de una magnitud menor en comparación con el mes previo. El comportamiento de los indicadores de inflación en los últimos meses ha estado influido por la reversión de choques de oferta de origen externo.
  • Existen factores del ámbito interno que también contribuyeron con ese comportamiento, particularmente: el carácter restrictivo de la política monetaria, a pesar de la reducción en la TPM aplicada entre marzo y julio últimos (250 puntos base); el efecto base debido al choque inflacionario del 2022 que se manifestó con mayor fuerza entre febrero y agosto de ese año; y la apreciación de la moneda local que reduce las presiones al alza en los precios de los bienes, principalmente de los importados.
  • Las expectativas de la encuesta que aplica el Banco Central, así como las estimadas con base en la negociación de títulos públicos en el mercado financiero costarricense, señalan la reducción de las presiones inflacionarias, al ubicarse en torno a la meta. Es relevante destacar que desde julio del 2022 las expectativas de inflación de mercado a 3 y 5 años, con las cuales se evalúa el anclaje de esta variable, también se posicionan en torno a esa meta.
  • Los modelos de proyección del Banco Central indican que la inflación general mostrará variaciones interanuales cada vez menos negativas en lo que resta del 2023 y que retornará al rango de tolerancia alrededor de la meta en el primer semestre del 2024.
  • La valoración de los riesgos para la proyección de inflación general es al alza. Destacan las eventuales presiones alcistas en el precio de las materias primas importadas, en particular hidrocarburos, ante la intensificación de los conflictos geopolíticos en el Medio Oriente o por acuerdos de restricción de oferta, así como las generadas por choques de oferta vinculados a eventos de naturaleza climática.
  • Otro riesgo al alza que está presente es la potencial recomposición del portafolio de instrumentos financieros, cuya materialización podría incrementar las expectativas de variación cambiaria y, su eventual transmisión a las expectativas de inflación. Este efecto se reforzaría ante el aumento en el precio de las materias primas importadas.