Por Mercedes Lucía León Vargas – Estudiante miembro del Falcon Fury Marching Band de ULACIT
La Falcon Fury Marching Band ha sido afectada directamente por la pandemia y su virtualidad. Esta agrupación no llevaba ni un año de integración y apenas se hicieron pocos ensayos en el 2020 con sus debidos integrantes. Entre los grandes retos de esta agrupación al pasar a una vida virtual, se puede mencionar que no se pudieron realizar ensayos presenciales, hacer actividades planeadas por la universidad, mejorar el nivel de lectura entre los estudiantes ni emplear la metodología de banda de marcha. Sin embargo, antes estos problemas y retos, se tomaron medidas que mejorarían increíblemente el proceso de cada uno de los estudiantes y sin diferencia alguna del modo virtual en una banda que apenas iniciaba.
Antes de la pandemia, se hacían ensayos de este conjunto como banda de conciertos y no de marcha; esto al principio se controlaría de esta manera, para empezar así y luego de esto hacer audiciones para que se integrara más gente la cual conformaría y ayudaría a completar una banda de marcha. Al pasar a un mecanismo virtual, el club tuvo que cerrar su forma de ensayos sin dar una mínima oportunidad de obtener más integrantes al club y conformar lo que se tenía pensado desde un inicio, enfrentando este reto con clases virtuales de aprendizaje a nivel instrumental e histórico, además, informaciones de ritmos musicales y datos importantes para todo músico. Incluso, para mantener a la agrupación empleando sus instrumentos, se realizaron actividades de grabación de cada uno en su casa; posteriormente, se harían videos musicales entre todos al final de cada cuatrimestre, y ensayos desde la plataforma, donde el profesor pasaba a revisar la música e interpretación de cada uno.
No obstante, como se mencionó anteriormente, los integrantes de este club debían tener ensayos como banda de marcha. Por motivo de que una parte de los músicos no tenía conocimiento en este campo, debían empezar desde cero, desde cómo se integra una banda de marcha hasta los pasos y coordinaciones que se deben dar en la hora de una presentación o actividad. Esta parte se solucionó al realizar talleres y reuniones virtuales, en los cuales se invitaba a personas importantes en este campo y se realizaban clases gratis de pasos y consejos que iban ayudar a cada uno de los integrantes.
Cuando se hicieron las audiciones, una de las misiones de la agrupación era mantener el mismo nivel de lectura entre todos los estudiantes, practicando y tocando a la vez nuevos temas y musicales que les ayudarían a desenvolverse más en este campo. Sin embargo, se decidió realizar actividades de lectura musical para todos los músicos, con su nivel respectivo de lectura. Esto creó una oportunidad que ayudaría a todos para mejorar, procesar más datos y consejos musicales en la lectura.
Otro de los grandes retos era mejorar como agrupación y perfeccionar la afinación de cada músico con sus compañeros; al igual que lo demás, esto se pudo solucionar con los pequeños ensayos presenciales, los cuales, con todas las medidas de higiene, se realizarían con actividades propiamente de la universidad.
Finalmente, para los músicos de la Falcon Fury Marching Band no es un problema ni un reto en sí el tema de la virtualidad, porque han enfrentado tantas situaciones, como todo músico actualmente, deben encontrar una solución sin que se vea como una pandemia, la virtualidad o un tema complicado de manejar o procesar. Gracias al empeño de cada uno de ellos, se puede decir que estos estudiantes son músicos sin límites.