La mayoría de los países del Sahel africano; una de las más pobres del mundo, comparten algunas características, ubicación geográfica, historia y su lamentable situación política y económica. Uno de los aspectos más marcados fue su pasado colonial francés siendo parte de la África Occidental francesa y de África Ecuatorial francesa.

Ese pasado de dominio estuvo marcado por la explotación de recursos estratégicos para beneficio de la potencia colonial, asesinatos masivos y exterminios de pueblos para lograr romper cualquier tipo de resistencia. Esta situación se mantuvo de facto hasta terminada la II Guerra Mundial y con el inicio de los procesos de descolonización que darían origen a estados nacionales seguirían siendo influenciados en muchas maneras por sus colonizadores.

Se mantuvieron pagando un canon como parte de los países de la mancomunidad francesas, dominio de la soberanía monetaria a través del Franco Africano que se respaldaba inicialmente en francos franceses y posteriormente soportado con euros, además las excolonias han sido gobernadas por líderes corruptos en ocasiones muy países occidentales.

En tiempos recientes se han dado movimientos políticos contra la presencia francesa en el Sahel y se lleva adelante un proceso de ruptura con el pasado con este país europeo. Malí, por ejemplo, tomó la decisión de eliminar el idioma francés como oficial y en su lugar mantener solamente las cerca de setenta lenguas autóctonas del territorio.

Burkina Faso en enero exigió a los franceses retirar sus tropas del país, las cuales como en otras zonas funcionaban para la lucha contra organizaciones islamistas asentadas en la región, pero que es una muestra del descontento con la intromisión europea.

Una situación similar ha ocurrido en Níger, que es el último caso importante de mencionar recientemente, ya que hace poco hubo un golpe de Estado y la junta militar que tomó el control también exigió una salida francesa y puso en vilo la región donde una importante cantidad de los países miembros de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) ha exigido el regreso del presidente depuesto y, además, alientan volver a una condición anterior, bajo amenaza de una intervención militar que ya ha sido rechazada por Burkina Faso, Malí, Argelia y Chad anunciando vientos de guerra en la región.

El detalle llamativo de esta situación de inestabilidad es que por un lado se rompen relaciones con su pasado colonial reflejado en Francia, pero por el otro se señala la presencia rusa en todo este desequilibrio que enfrenta la región. La presencia de Grupo Wagner aprovechando para conseguir recursos para los intereses de Moscú, como petróleo o uranio africano, así como sacar sus propios beneficios económicos y estratégicos.

También podría estarse utilizando la crisis en el Sahel para sacarse un poco de atención con respecto al desgaste del conflicto ruso – ucraniano; algo especulativo pero posible. Se muestra además que la cercanía de Prigozhin con Moscú sigue estando vigente con acciones que favorecen a Moscú.

La presencia de banderas rusas en estas revueltas no es accidental, la decisión de algunos países africanos con aliarse a Rusia no debería ser infantilizada, lo cierto es que indiferente de la motivación, los gobiernos de África no se encaminan a buscar un proceso de mejora para su población, sino que cambian de un tipo de dictadura a otro.

Tampoco renuncian totalmente a su pasado colonial, solo estarían tomando la decisión de cambiar de “amo”. No son decisiones soberanas porque no las hacen los pueblos, sino los gobernantes y estos por sí mismos han demostrado que lo suyo es enquistarse en el poder más que el desarrollo social.

Bajo esta premisa, seguirán siendo objeto de trueque de potencias a nivel regional y global a través de la codependencia que generan en medio del caos internacional y seguir estando en medio de un laberinto interminable de manipulación y destrucción, la obediencia con docilidad; como mencionaría Foucault, a los Estados africanos del Sahel los mantiene recluidos entre el séptimo (violencia) y el noveno (traición) círculo del infierno de Dante sin derecho siquiera a libertad condicional o un respiro para su pueblo.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.