En la actualidad, es común escuchar que los estudiantes utilizan herramientas como ChatGPT para realizar sus tareas, lo que en ocasiones resulta en sanciones. Además, algunas instituciones educativas e incluso países enteros han optado por prohibir el uso de herramientas respaldadas por la Inteligencia Artificial (IA).

Sin embargo, surge la pregunta: ¿Es conveniente prohibir la Inteligencia Artificial en la educación?

Mucho se ha discutido sobre el impacto de la IA en la pérdida de empleos, pero se ha prestado poca atención a los trabajos que requerirán adaptarse e implementar la IA en su rutina diaria. Es innegable que, en los trabajos del futuro, los seres humanos colaborarán estrechamente con la Inteligencia Artificial.

El informe "Future of Jobs 2023" plantea que la inteligencia artificial y el análisis de datos ocuparán el séptimo lugar entre las habilidades más demandadas en el ámbito laboral. Las habilidades más solicitadas seguirán siendo el pensamiento creativo y analítico.

En consecuencia, la solución no radica necesariamente en prohibir el uso de la inteligencia artificial en la educación, ya que los trabajos del mañana requerirán comprender y aprender a utilizar esta tecnología. Después de todo, la IA es una herramienta que nos permite ser más eficientes y efectivos con nuestro recurso más valioso: el tiempo.

La verdadera solución reside en transformar nuestro sistema educativo ya obsoleto —que recompensa la memorización y repetición— para fomentar el pensamiento crítico, la creatividad e incluso aprender a utilizar la IA como recurso para resolver problemas.

En muchos casos, la IA no está destinada a reemplazar a las personas, sino a complementar sus habilidades y conocimientos. Aquellos individuos que sepan adaptarse y aprender a utilizar la IA como una herramienta para resolver problemas de manera más eficiente y efectiva estarán mejor posicionados en el mercado laboral del futuro.

Prohibir o castigar el uso de herramientas de IA en la formación educativa sería un error estratégico. La educación debe preparar a las generaciones futuras para enfrentar un mundo laboral en constante evolución. Enseñar a los estudiantes cómo aprovechar las ventajas de la IA para resolver problemas complejos y tomar decisiones informadas es fundamental. Restringir el acceso a esta tecnología limitaría la capacidad de los jóvenes para competir en un mercado laboral altamente competitivo y tecnológico.

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