Por Jorge González – Estudiante de la Especialización de Ingeniería en Sonido
El feedback es un problema muy común en los espectáculos en vivo, ya que no todos los lugares donde se puede tocar están tratados acústicamente; como un estudio, donde las frecuencias son más controladas. Además, es más difícil mantener todas las frecuencias aparte, ya que hay muchos sonidos saliendo de parlantes que están muy cerca y eso hace un poco difícil poder acomodar todos los micrófonos de forma que no capten otras frecuencias no deseadas causando el feedback.
El feedback es un fenómeno común, aunque no difícil de tratar; sin embargo, es importante conocer el por qué este fenómeno ocurre. A veces, el micrófono que más da problema es el del cantante, ya que es el front man y la persona que más se mueve, por lo que es común que más de una vez se coloque en algún lugar donde las frecuencias pegan y puedan distorsionar el sonido. Otra causa por la que el feedback ocurre es cuando algún micrófono capta alguna frecuencia indeseada, reproduciéndola en los parlantes, de esta forma, la frecuencia se amplía ya que vuelve a ser captada por el micrófono y así sucesivamente, es una reacción en cadena.
La última razón por la que se puede dar un feedback es por el mal uso de los efectos y la ganancia de la guitarra, ya que las guitarras son otros de los instrumentos que son propensos a captar feedback. Eso se debe a que las cuerdas suenan gracias a vibraciones, al sonido ser vibraciones en el aire puede hacer que una cuerda o las pastillas de la guitarra comiencen a vibrar con estas ondas causando retroalimentación. Es más fácil que esto ocurra cuando se utiliza alguna distorsión que ensucia la señal, ya que producen más frecuencias molestas y debido a la cantidad de ganancia que se tenga, esta será más sensible.
Ahora que se sabe mucho del por qué se produce el feedback podemos ver que no es por muchas razones, solo que son razones muy comunes, pero hay muchos métodos para luchar contra este feedback, La primera solución puede ser el elegir un micrófono cardioide para el cantante, ya que estos micrófonos tienen un patrón polar muy preciso que apunta a algún lugar y solo capta las frecuencias que están justo en frente de este; dependiendo de la ganancia se necesitará menos o más energía para hacerlo sonar, por lo que, si uno decide ponerle la ganancia baja, se puede prevenir muy bien el feedback dándole al cantante una mayor libertad de movimiento. Otra solución que se le puede dar a este problema puede ser un buen posicionamiento de micrófonos. Ya que sabemos que la localización de los micrófonos tiene mucho que ver, podemos no solo elegir un micrófono cardioide, ya que, en algunos casos, si se quiere amplificar algún elemento como una batería o una guitarra acústica, es necesario usar un micrófono con un patrón polar más libre, por lo que se puede optar por usar in ears como monitoreo; de esta forma, los músicos no necesitarán de parlantes en el escenario que contaminan de frecuencias el escenario.
En cuanto a las guitarras, es algo delicado, ya que es común que en algunos conciertos de rock, los guitarristas usen el feedback como un recurso estético. A veces se usa para hacer atmósfera o decorar un solo, pero para esto es necesario que tanto el guitarrista como el ingeniero de audio sepan que se va a usar feedback, ya que, de esta forma, el guitarrista deberá preparar un efecto o distorsión con una ganancia que permita que el efecto no sea tan brillante, ya que las frecuencias altas son las difíciles de controlar. Luego de esto, el guitarrista puede acomodarse estratégicamente en el escenario cuando se quiera usar el feedback y quitarse cuando quiera parar de usarlo.
Otro recurso muy importante tiene que ver con el ingeniero de audio en el mismo momento que una retroalimentación se esté produciendo, y este recurso sería el estar equipado con un ecualizador multibanda, ya que, si al guitarrista o al cantante se le sale de control, este puede bajarle volumen a las frecuencias que estén molestando y produciendo retroalimentación. De esta forma, se contrarresta este molesto fenómeno. Para esto es fundamental que el ingeniero esté entrenado y sepa distinguir en qué rango puede estar la frecuencia del feedback para poder bajarle a esas frecuencias en específico y no le baje a otro rango que no solucione el problema.
Como último recurso, se puede activar un bypass que bloquee la señal del track que esté produciendo retroalimentación, ya que de esta forma se va a cortar la reacción en cadena y va a comenzar de nuevo o va a cancelarse, dando más tiempo para arreglar el problema. Sin embargo, este debe ser el último recurso, ya que puede interrumpir el espectáculo.
Es muy importante saber de todo esto, ya que el feedback no solo es molesto si no que a veces puede ser un peligro tanto para la salud del ingeniero como la del musico y el público, y la vida útil del equipo de monitoreo y de amplificación, pues es un sonido demasiado alto que se produce casi que sin avisar y con mucha potencia. Esto puede causar graves daños en el oído, el cual es uno de los órganos más importantes, por no decir que el más importante cuando uno es músico o ingeniero de audio; en especial cuando se es ingeniero ya que se debe tener el oído extremadamente entrenado y fino para poder localizar frecuencias y sonidos que un oído normal no captaría. Si se llega a experimentar mucha presión sonora el cuerpo humano puede experimentar estrés, perturbación de sueño, pérdida auditiva, acúfenos e incluso daños al sistema nervioso. Además, lleva a los extremos a los equipos de amplificación ya que muchas veces no están preparados para soportar estas presiones sonoras.