El número de personas que trata de llegar a Estados Unidos a través de la selva del Darién, para posteriormente cruzar Centroamérica y México, se ha triplicado en el mes de agosto.
La Defensoría de los Habitantes alertó respecto a que la masiva llegada de personas migrantes a la frontera sur del país, en Paso Canoas, podría convertirse en una nueva crisis humanitaria en Costa Rica.
El número de personas que trata de llegar a Estados Unidos a través de la selva del Darién, para posteriormente cruzar Centroamérica y México, se ha triplicado en el mes de agosto. Esto pese a la advertencia de las autoridades de Estados Unidos de impedir su ingreso a esa nación.
La situación para las autoridades costarricenses y para la comunidad internacional, se traduce en el reto de garantizar derechos humanos y atender las múltiples necesidades que presentan estas personas en tránsito, compuestas por personas solas, grupos grandes, niños y mujeres embarazadas.
Según cifras del gobierno, desde finales de julio el país ha recibido a cerca de 2500 migrantes diarios en la frontera con Panamá.
En este marco, la defensora de los Habitantes, Angie Cruickshank Lambert, realizó una inspección en el antiguo campo ferial en Paso Canoas y en la Estación Migratoria Bicentenario Sur- EMBISUR, donde identificó "la necesidad de atender con urgencia las condiciones de infraestructura, aseo y acceso agua potable en el sitio".
También, urgió al levantamiento de registros de información que permita la identificación de la cantidad de personas que permanecen en el lugar y de sus necesidades particulares de atención, para que se realice un seguimiento a la intervención de cada una de las instituciones responsables de la atención de estas personas.
El ente defensor, a su vez, instó al Estado costarricense a adoptar con urgencia políticas migratorias uniformes que garanticen una atención de estos flujos de personas que utilizan los países centroamericanos como puente hacia el norte.
En un comunicado a la prensa, la Defensoría señaló que:
Resulta fundamental que las respuestas o soluciones migratorias que se brinden a estas personas, no estén orientadas únicamente a resolver el aspecto de su ingreso irregular al país (control migratorio), sino más bien de que cualquier decisión garantice la protección de sus derechos fundamentales, considerando las condiciones de vulnerabilidad que caracterizan a estos flujos migratorios mixtos, principalmente a aquellas personas que se encuentren en mayor vulnerabilidad".