Hoy leí una noticia que, entre un torbellino de sentimientos, me causó inquietud. La noticia se refiere a que tres partidos políticos se pelean por ser los representantes del "rodriguismo". Quizás a más de uno le causo un tsunami de emociones (algunas alegres, otras tristes). En mi caso apareció una duda gigantesca, la cual dudo poder responder y les quiero compartir. ¿quién sabe? en la de menos ustedes me pueden ayudar a comprender este dilema.

¿Qué es el rodriguismo?

Para empezar a atisbar una respuesta medianamente satisfactoria, lo correcto y práctico fué analizar el sufijo "ismo". De acuerdo a la Real Academia Española (y también a wikipedia, que fue el primero que me salió), el sufijo ismo proviene del latín "ismus" y este, a su vez, proviene del griego "ismós". Dejando de lado esta innecesaria referencia, el sufijo "ismo" forma sustantivos que suelen significar 'doctrina', 'sistema', 'escuela' o 'movimiento'. Tenemos infinidad de ejemplos al respecto de esto: marxismo, capitalismo, liberalismo, entre otros. Además, el sufijo se usa para designar actividades deportivas ( atletismo), términos científicos (astigmatismo), situación o condición (marginalismo) y hasta una actitud o cualidad ( egoísmo).

En Costa Rica no estamos exentos de la formación de tendencias ideológicas criollas, como podemos encontrar en la historia buscando información sobre el figuerismo y el calderonismo. Dejando de lado si son de mi agrado (o no), no podemos negar que ambos tienen muy marcado lo que representaron (sí, en tiempo pasado, porque ambas son a mi humilde y levemente informado criterio, tendencias obsoletas que pertenecen únicamente a los libros de historia) una marcada historia bipartidista en nuestro collage político y sus pintorescos matices.

Ahora que tenemos esta referencia, analizamos de forma muy breve el significado del sufijo y vimos varios ejemplos de sustantivos formados a partir del mismo, intento ver cuál es la base para referirse al apoyo hacia una persona que por años fue inexistente en Costa Rica (no sólo políticamente, sino presencial ya que ni vivía aquí), como una ideología, sistema, doctrina o movimiento. Para eso, creo que es necesario ver sus bases ideológicas y que es lo que representa.

En lo que llevamos de gobierno, hemos sido testigos de una obra de teatro semanal todos los miércoles donde, sin necesidad de cimarronas o bambalinas, nos recitan guiones que resaltan logros que no son propios, desvían la atención de cosas importantes y nos presentan religiosamente enemigos que, según su criterio, son los causantes de que no puedan "arreglar" el país. Ahora, seamos honestos. El manejo político costarricense es una maraña de matráfulas ideadas por políticas creadas en gobiernos anteriores, y que hacen que una mano no se pueda mover sin pedirle permiso al resto del cuerpo. Las leyes nos hacen ineficientes y lerdos. Sin embargo, son las leyes y hay que respetarlas, o legislar para modificarlas. Tratar de pasarles por encima no es un acto de valentía, sino que demuestra un claro desdén hacia la autoridad.

En el ámbito de la corrupción, vanagloriarse de luchar contra ella no significa que yo decido que es corrupción y que no. Aunque sea de apoyo popular una decisión, no significa que esta no sea corrupta. Un ejemplo de esto es asignar pautas comerciales a dedo, destituir funcionarios que no les corresponde destituir, asignar puestos a gente que no está capacitada para el mismo, entre otros muchos ejemplos. Aunque es comprensible y aceptable el odio que mucha gente le puede tener al PAC y a muchos de sus representantes, eso no justifica el ver hacia otro lado cuando por situaciones similares, ya hubieran quemado todo lo que tuviera los colores de ese partido... hasta el escudo del herediano (por si las dudas).

Finalmente, si por añadidura decidimos asignar los ideales del partido que le alquiló sus servicios al actual mandatario para llegar al poder para definir una doctrina, nos vamos a encontrar que las bases del mismo se han distanciado entre ellos, a tal punto de formar diferentes agrupaciones políticas con el único objetivo de llegar a poder. Digo esto, porque formar un partido no es algo que se hace porque otros miembros me caen mal, o porque no se hace lo que yo quiero o como yo quiero. Las bases ideológicas de un partido no deben ser tan débiles que al mínimo encontronazo, hago las del chiquillo de barrio que se lleva la bola, si no hacen lo que quiere.

No es mi intención atacar directamente al inquilino de Zapote (para eso lo hago en redes, y material para hacerlo hay de sobra). Más bien quiero resaltar lo ilógico que es asignarle un nombre a una doctrina inexistente; un sistema carente de fondo, dirección o forma; o una escuela cuya única trayectoria ha sido enseñarnos a buscar diferencias en vez de unirnos como costarricenses. A lo único que podría atribuirle y relacionar el “rodriguismo”, sería a un movimiento que no tiene norte o agenda clara, lleno de matonismo e insultos fuera de lugar y un nivel de cinismo y egolatría que, irónicamente, está a la misma altura que los que tuvo en su momento su archienemigo: el PAC.

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