La segunda edición de el libro de Camila Schumacher se presentará en el Centro Cultural de España este lunes 17 de julio.
¿Cómo viven las mujeres trans en nuestro país? ¿De qué manera atraviesan la infancia? ¿Qué pasa cuando la familia, la escuela, la iglesia y el estado las “descubren”? Estas y otras preguntas que muchas personas se hacen en torno a la realidad de una de las poblaciones más vulnerables del país se abordan en la obra Atrevidas. Relatos polifónicos de mujeres trans.
En la invitación al evento, se explica: “Es un libro escrito en coro, a través de 50 entrevistas, editado a muchas manos: las de sus protagonistas, las de Karina Salguero y Gabriela Rojas. Es divertido, ácido, contestatario; exhuma dignidad, rabia y esperanza. Relata las construcciones identitarias, desde el nombre hasta el cuerpo. Habla de la exclusión, de las amigas, de las migraciones… Hace un recorrido por la reclusión en distintas cárceles: desde la Penitenciaria Central hasta el Vilma Curling. Habla de una vejez que no es tal porque, en nuestro país, la esperanza de vida de las protagonistas es de 42 años”.
Sobre la obra, escribió Karina Salguero: “Estas historias cortas, en realidad se deben leer muchas veces y durante muchos años, para apegarse a tantas realidades. Los años que tardaron en suceder, y los años que ellas tardaron en estar listas para contarlas. Y todas las escuchó otra primera persona, la autora, que cuenta un periodo de su vida que además transcurre en otras”.
Por Atrevidas, Schumacher recibió el Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echeverría en 2019, además de un Pride Award. Previamente publicó obras como el poemario Pretérito Interior (1997) y obras infantiles como La Mariposa y el Minotauro (2017).
La mesa para la presentación de la segunda edición de este libro estará conformada por Patricia Mora, Ana Helena Chacón, Dayana Hernández, María Montero y la propia Camila Schumacher. El evento será el próximo lunes 17 de julio en el Centro Cultural de España a partir de las 7:00 p.m.
Invitación especial de Transvida
Esta semana, la organización Transvida emitió un comunicado en el que convocó a la ciudadanía a la presentación de este lunes. A continuación lo reproducimos tal cual fue publicado:
Cuando no se hacen las preguntas correctas, se reciben respuestas equivocadas. Lógico, ¿no?
Pues… parece que no tanto. Así, en la última semana, algunos políticos de varios partidos, otros periodistas, unos pastores y muchos más que no sabemos a qué se dedican o si tienen trabajo o no, han hablado y opinado sin averiguar primero….
Desde Transvida, necesitamos aclarar para que nuestra realidad no se oscurezca (más).
La pregunta, cundo se trata de hablar de los derechos de las mujeres trans… la pregunta es ¿qué queremos? La respuesta: vivir más, vivir mejor, más sanas, más felices.
Lo mismo que todos los demás (trans, cis, pan, bi, bu, crash)….
Queremos vivir más: la esperanza de vida de nosotras, en Costa Rica, es de 42 años….en el triángulo del norte, de 35.
Queremos vivir mejor… ¿cómo? Con educación, es decir… sin que el 95% tengamos que desertar del sistema educativo en quinto grado, en séptimo año…
Y…. aquí, también hace falta hacer preguntas correctas: ¿cómo y por qué preadolescentes de 11 o 13 años va a querer dejar de estudiar?
La respuesta: por el acoso, al que no tanto los pares sino los docentes y el personal administrativo les someten todo el tiempo.
Y es que el bullying es destructivo y no se trata de que las víctimas tengan autoestima sino de que los centros educativos sean espacios seguros, ojalá libres de violencia.
Esa nos gustaría que fuera la meta de la ministra, de directores, de las familias.
Y sí, también quisiéramos familias amorosas, que no nos expulsen, que traten de entrendernos, respetarnos y acompañarnos… sería genial para les adolescentes (trans, cis, homosexuales; con más o menos peso, para la mayoría).
Pero no todas las familias pueden… ni quieren… ni saben. Y desde la religión les dicen que nos vamos a quemar en el infierno por toda la eternidad.
Está bien… seguro que eso es cierto y terrible: pero hay quienes piensan que no es suficiente: que vivas y ahora también tenemos que vivir un infierno.
Cuando adolescentes, la mayoría de nosotras vio cómo se les cerraban las puertas de la casa, el portón del cole… cómo nos despedían a gritos y a fajazos.
¿Quién quiere ser una vergüenza? ¿Quién avergonzar a todo el mundo?
Quién que no sea Juan Luis Guerra quiere ser un pez…..
No se trata de eso. Nadie elige… la OMS ya lo confirmó. No elegimos: somos.
Y si estamos “enfermas” pues que sea la CCSS la que nos atienda, en endocrinología, en psicología, en lo que haga falta. Que no lo decidan los médicos según sus creencias sino a partir de sus saberes; que no traten de curarnos con terapias de reconversión (que aunque hay un proyecto de ley no están prohibidas en el país).
La CCSS atiende a los menores de edad que también pueden automedicarse.
Acá, nosotras… a las que nos quedan pocos años de vida, tomamos cajas de pastillas anticonceptivas (que en las farmacias venden libremente a cualquiera) tomamos todas las que pudimos y ahora sufrimos efectos secundarios, circulatorios y… en fin, los de cualquier mujer pero que no recibe atención o acompañamiento.
Otras… tuvimos la desgracia de encontrarnos a un doctor que nos inyectó aceite mineral y llevamos años en hospitalizaciones y tratamientos, soportando dolores, la Caja nos ayuda porque estamos aseguradas…. Le cuesta al estado y a nosotras, lo indecible.
No queremos esto para niños, niñas y adolescentes. Queremos que vivan mejor que nosotras, que vivan con respeto y dignidad: que estudien, que reciban acompañamiento médico de calidad, que las familias tengan apoyo para que puedan apoyar… que nos juzgue Dios si acaso.
Queremos que mueran de viejas, que la calle sea un lugar de tránsito y no un destino final.
No es pedir mucho…. No podemos obligar a nadie a querernos pero tampoco es tan difícil de entender, ¿no?
Ah… y si quieren leer más sobre nuestras vidas, conocernos y preguntarnos, pueden acompañarnos el 17 de julio, en el Centro Cultural Español a las 7:00 p.m.
Allí estaremos, con el libro Atrevidas, relatos polifónicos de mujeres trans.