Biosur se conformó como fundación hace 3 años y, con el liderazgo de personas jóvenes, ha logrado la apertura de la Reserva Natural Río Nuevo y del museo Insectopia.

Biosur es una organización no gubernamental que lleva más de 3 años de trabajo formal como fundación, acercándonos a la Península de Osa y al Golfo Dulce, en la zona sur de nuestro país.

Biosur se conformó como fundación en el 2019 y, con el liderazgo de personas jóvenes, ha logrado la apertura de la Reserva Natural Río Nuevo para acercar la península, una de las zonas más biodiversas del mundo, a la ciudadanía.

A su vez, la fundación también ha colaborado en distintos servicios con fines científicos y de turismo, que incluyen filmaciones y proyectos de investigación y de conservación, programas de educación ambiental y otros.

Por ello, hace unos días desde Delfino.cr conversamos con sus representantes, Juan Carlos Calleja Ross, secretario de la Junta y representante del Poder Ejecutivo; Jim Córdoba Alfaro, presidente y fundador de la Fundación; y Edier Blanco Chaves, delegado ejecutivo y director de Biosur, para ampliar sobre su trabajo y sus opciones para los visitantes.

Crédito de la foto: Roman Willi.

Turismo, investigación científica y resguardo del Golfo Dulce

Entre los proyectos de la Fundación Biosur, dos de los que más destacan son la Reserva Natural Río Nuevo y el Proyecto Insectopia.

La primera es un espacio de aproximadamente 55 hectáreas de bosque conservado donde la fundación mantiene diferentes proyectos como el de trabajo comunitario con cámaras trampa para monitorear la biodiversidad del lugar; o espacios turísticos para recibir a visitantes que deseen practicar senderismo, observar aves o practicar yoga.

A su vez, el proyecto tiene espacios de bosque primario y secundario y un río con una poza donde los visitantes podrán disfrutar de una poza y utilizar arcilla que se puede aplicar en el cuerpo.

Según indicó Jim Córdoba en la entrevista con este medio:

Buscamos fomentar la visitación en zonas circundantes al Parque Nacional Corcovado que puedan generar un encadenamiento productivo con guías de turismo, con transportistas, con los hoteleros y demás, para accesibilizar la zona y acercarla a más población. Los hoteles grandes de la zona tienen sus propios senderos pero los pequeños emprendimientos, como cabinas, no tienen esos recursos. Por eso, tener un lugar optativo al parque va a ser vital para que las personas puedan vivir la experiencia de uno de los bosques más ricos del mundo".

Para ello, la organización trabaja con otras organizaciones similares con el fin de comprar más tierras y hacer más grandes sus espacios de conservación alrededor del parque.

En este sentido, la reserva ofrece un espacio de acceso más cómodo, pues se ingresa por Puerto Jiménez y la manejada es de unos 15 o 20 minutos desde el centro.

También cuentan con plataformas para tomar fotografías, espacios de descanso y senderos de esfuerzo físico menor a los de Corcovado, lo que lo hace apto para adultos mayores.

Según nos indicó Edier Blanco:

Nosotros en la reserva ofrecemos varios tipos de tours, como el tour de un día para caminar por los senderos, ver la mayor cantidad de animales y plantas también, porque el bosque es muy rico en en la parte vegetal y así podemos dar explicaciones extensas de la riqueza que se encuentra en el lugar. También tenemos observación de aves que el lugar, por tener parches de bosque secundario y primario. Tenemos un tour nocturno donde se pueden observar muchas ranas, serpientes y bueno cualquier otro animal de los que les gusta la noche y tenemos también tour de mariposas en el que podemos ver hasta 720 especies de mariposas diurnas. Los visitantes también pueden realizar camping y tenemos varias zonas donde se puedan colocar las tiendas de campaña e inclusive bañarse en la noche en en el río".

El precio de ingreso a la reserva para personas costarricenses es $90, los cuales incluyen los servicios de transporte y guía, al tiempo que se hace precio a grupos.

Según agregó Córdoba:

El Parque Nacional Corcovado representa menos del 40% de la superficie de la Península de Osa. Eso quiere decir que para proteger a los jaguares, al mono araña, al tapir... el parque nacional no es suficiente. Por eso proteger lo que hay hacia afuera del parque nacional es vital para poder asegurar la conservación de muchas especies amenazadas".

Por su parte, la reserva también busca proteger a la península, no solamente sobre tierra, sino que también en el mar, ya que es el único lugar en el mundo donde las ballenas de los hemisferios norte y sur convergen y se reproducen.

Según señaló Córdoba, en la zona la diversidad está desapareciendo y ahora hay menos del 10% de los corales que había antes. Por eso es vital la protección de los ríos, como el Río Nuevo en este caso, que "es vital para el funcionamiento y la salud de los océanos así como poder proteger el Golfo Dulce como tal".

Somos los primeros haciendo esfuerzos de conservación hacia el sector del Golfo Dulce, pues normalmente ese sector es el que ha sido más este impactado por la deforestación. La reserva tiene una importancia ecológica, no solamente porque preservamos el hábitat de especies muy amenazadas, incluyendo el mono araña, el jaguar o el tapir, sino porque el objetivo es poder restaurar las cuencas de los ríos dentro de la península, comenzando con nuestra reserva que es por eso que se llama el Río Nuevo".

Crédito de la foto: Roman Willi.

Por su parte, la organización también trabaja el proyecto Insectopia, el cual es una colección biológica que resguarda a insectos preservados con el objetivo de "educar y bioalfabetizar a la población, tanto local, nacional y también extranjera", según señaló Córdoba.

Insectopia inició de la mano de Jim, cuando este tenía apenas 9 años de edad, pues él empezó a recopilar ejemplares de todas zonas de Costa Rica "con fines de investigación científica. Por eso al final tomamos la decisión de poder generar un pequeño centro museístico acá en la Península de Osa".

Dicho espacio de museo se encuentra en Cocodrilo Bay Resort, gracias un convenio que se realizó a través de la municipalidad de la zona, que facilitó este centro para que esté abierto tanto a la comunidad nacional como los extranjeros que vienen a visitar la península.

En Insectopia los visitantes pueden encontrar especies como juan palos, escarabajos, mariposas, polillas, hormigas y avispas, entre otros.

Según agregó Córdoba:

La diversidad de insectos en Costa Rica sigue desapareciendo. Más del 40% de la biomasa de insectos en Costa Rica llegó a desaparecer en menos de 10 años. Si siguen estos ritmos de extinción habrá un colapso de los ecosistemas terrestres y acuáticos y eso es lo que tratamos de exponer aquí: con una exposición a la belleza y un llamado de atención a las personas para que sean conscientes de que esto está pasando".

Crédito de la foto: Roman Willi.

El objetivo de estos proyecto también es educar a las personas las comunidades circundantes a Corcovado, con el fin de acercar la biodiversidad de la zona a la comunidad.

Según nos indicó Blanco:

Nosotros somos un proyecto que rompe con la conservación tradicional a ultranza en la que se excluyen a las comunidades del proceso de conservación e involucramos más bien a la comunidad dentro de nuestros esfuerzos. Nosotros realizamos alrededor de dos talleres mensuales con niños, niñas y adolescentes de la Península de Osa con diferentes temáticas como agroecología y cómo afectan las prácticas que de que cotidianamente realizamos en la conservación del medio ambiente; otro es el monitoreo de vida silvestre por medio de cámaras trampa, donde realizamos talleres con con los participantes, les enseñamos cómo usar las cámaras trampa, qué animales se pueden ver y les damos seguimiento".

La fundación también trabaja alianzas con universidades tanto a nivel nacional como en el extranjero para que generen información que permita entender qué impactos ambientales se están desarrollando y cómo el cambio climático sigue impactando a los bosques y a la diversidad de la región.

En esa línea, Insectopia hace apenas unas semanas publicó un artículo con 16 nuevas especies para el mundo, trabajados e investigados a lo interno de Biosur.

Empleo y museos

En esa línea de trabajo por diferentes vías, los fundadores de Biosur indicaron que la fundación está por iniciar un proyecto con mujeres de la comunidad para que estas trabajen en la producción de miel de abejas meliponas que son las abejas nativas que no tienen aguijón con el fin de generar nuevas fuentes de empleo y dinamizar la economía de la zona.

Según señaló Eddier Blanco:

La idea con este proyecto es generar fuentes de empleo, mayores ingresos, dinamizar la economía para que las mujeres puedan tener un ingreso económico a través de la producción de miel y generar productos con valor agregado de esta miel, la cual es rica en propiedades, súper medicinal y tiene propiedades anticancerígenas, además de ser muy cotizada en el mercado".

A su vez, la Fundación se encuentra colaborando en asesoría ambiental con el Programa de Museos Regionales y Comunitarios del Museo Nacional, en el que apoyan a la comunidad de Boca Gallardo en Puerto Jiménez para resaltar su historia de oreo artesanal.

Esta es una zona colindante al Río Tigre y del otro lado de ese río está el sitio arqueológico Cantarero, donde el Museo ha estado investigando para trabajar en la parte cultural de la zona y cogestionar. Aquí la fundación apoya con la asesoría ambiental del sitio.

Biosur se presenta como la primera organización no gubernamental 100% liderada por jóvenes costarricenses, al tiempo que sus dirigencias recordaron que están constituidos como una ONG deducible a los impuestos, por lo que buscan empresas, tanto empresas costarricenses como estadounidenses, que estén interesadas a fomentar la conservación en nuestro país.

En esta línea, quienes decidan aportar con su pago de renta desde los Estados Unidos, también pueden hacerlo vía la organización Lands for Biological Diversity, que es su representación en suelo norteamericano.

Finalmente y en el plano del voluntariado, Córdoba agregó que:

Tenemos voluntariado y pasantías. En el voluntariado son mínimo dos semanas en las cuales las personas nos ayudan en todo, desde en Insectopia, hasta trabajar en la reserva o en la parte de educación ambiental; así como con pasantes donde estos vienen con un objetivo concreto a desarrollar un proyecto de investigación".

Quienes estén interesados en más detalles sobre la fundación, pueden ingresar aquí.