El evento se desarrolló en vísperas del Día Mundial del Océano y encontró llantas, pichingas y hasta jeringas que fueron arrojadas al mar.
La "Primer Campaña de Limpieza de Residuos Sólidos Flotantes”, realizada en las Islas del Golfo de Nicoya, recogió un total de 445 kilos de desechos.
El evento se desarrolló en vísperas del Día Mundial del Océano y encontró llantas, pichingas y hasta jeringas que fueron arrojadas al mar.
La limpieza fue organizada por la Fundación Amigos Isla del Coco (FAICO), el Área de Conservación Marina Coco (ACMC), y otras organizaciones, con el objetivo de generar conciencia sobre la problemática que enfrenta el país referente a la inadecuada disposición de residuos.
En la jornada participaron 71 personas voluntarias de nueve organizaciones, entre las cuales se encuentran el Área de Conservación Marina Coco, el Parque Marino del Pacífico, Puerto Limpio, la Red de Juventudes y Cambio Climático, la Asociación de Operadores Turísticos de Puntarenas, la Cámara de Turismo de Puntarenas y el Instituto Costarricense de Turismo.
Alejandra Villalobos, directora ejecutiva de FAICO, comentó que:
Muchos se preguntarían ¿Qué hace una ONG de la Isla del Coco en el Golfo de Nicoya? Nuestro interés es sensibilizar sobre cómo todo el océano esta interconectado y lo que suceda en el Golfo de Nicoya o en nuestra costa pacífica, tiene impactos significativos en toda nuestra área marina. No podemos esperarnos a que la contaminación llegue a la Isla del Coco, donde convergen cinco corrientes marinas. Por eso estamos hoy aquí con nuestros aliados, demostrándole a Costa Rica que, aunque usted viva en el Valle Central o en la costa, puede generar impactos significativos en la salud de nuestra Isla del Coco y de todos los ecosistemas marinos de importancia en el país”.
La recolección de residuos en el océano se realizó mediante el uso de embarcaciones que identificaron y recolectaron los residuos con redes, rastrillos y dispositivos de barrido.
Todo lo recolectado fue trasladado a centros de acopio especializados para clasificar y determinar posibles usos.
Gina Cuza, directora regional del Área de Conservación Marina Coco, agregó que:
Esta actividad demuestra que la conservación de los océanos no es tarea de una institución, es una responsabilidad que debemos asumir como país, como sociedad, en donde cada uno de nosotros debe realizar su aporte de manera solidaria, en aras de conservar un ecosistema marino que tanto necesitamos”.