Nos trae cuentas de colores y espejitos.

Según el informe presentado por el presidente Rodrigo Chaves Robles ante la Asamblea Legislativa (p. 102), dice que en febrero 2023 creó el Fondo para la recuperación de territorios indígenas, y que “de esta forma se cumple una deuda histórica desde 1977 cuando entró en vigor la Ley Indígena”. Afirmó destinar 4.020 millones de colones (7.5 millones de dólares), aportados por el Instituto de Desarrollo Rural (Inder).

Importante resaltar que en marzo del 2022, el Gobierno anterior anunció que destinaba 3.200 millones de colones para iniciar el proceso de “indemnización y devolución de tierras a favor de las comunidades indígenas”, con fondos aportados por el Inder y por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

Ante el anuncio del gobierno anterior, dije que esa suma era irrisoria, igual a la anunciada por esta administración. Además, el gran problema no son los poseedores de buena fe de tierras indígenas. El señor presidente Chaves dice que 2.650 millones de colones son para indemnizaciones y 1.370 millones de colones para reubicaciones (si acaso le alcanza para dos finquillas).

Dejarse decir con esas ínfimas sumas de dinero que “se cumple una deuda histórica”, es una completa burla a los pueblos indígenas que luchan por el derecho a la tierra. Es una bufonada presidencial con pantomima incluida en su tragicomedia legislativa.

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