Como periodista independiente y consultora de comunicación para empresas, me inquieta el papel cada vez más prominente que está adquiriendo la Inteligencia Artificial (IA) en la comunicación. La IA ha demostrado tener el potencial de mejorar la forma en que trabajamos y nos comunicamos, pero también puede tener consecuencias negativas en la calidad y la ética del periodismo. ¿Será que sólo yo me lo pregunto?
Por un lado, la IA puede ser una herramienta muy útil en la recopilación de información. Las máquinas pueden procesar grandes cantidades de datos en cuestión de segundos, lo que permite a los periodistas recopilar y analizar información mucho más rápidamente de lo que antes era posible, además, la IA puede ayudar en la detección de noticias falsas y la verificación de hechos, lo que puede ser especialmente útil en una era donde las noticias falsas se han convertido en un problema cada vez más común. Pero, al mismo tiempo, sino se verifica la misma herramienta nos puede engañar.
También existen riesgos importantes asociados con el uso de la IA en la comunicación. Por ejemplo, la IA puede perpetuar sesgos en la recopilación y análisis de datos. Si los datos que se utilizan para entrenar a los algoritmos son sesgados, los resultados que se obtienen pueden ser igualmente sesgados.
Por supuesto que la comunicación tradicional también tiene sus desafíos. La falta de recursos y el aumento de las presiones de tiempo pueden dificultar la tarea de los periodistas, en la investigación y producción de contenido de calidad. La competencia es cada vez más feroz en el mercado de los medios de comunicación matando la ética y la objetividad. Y yo diría que la falta de lectores, de análisis, la necesidad de inmediatez y el cortoplacismo, le quita todo el encanto a los artículos o reportajes extensos, y pocos sueñan como yo, a volver a historias que nos impactaron y que inclusive nos hacían guardar periódicos por años entre los libros de la casa.
Si, acepto, la comunicación tradicional como la IA tienen sus fortalezas y debilidades, invito a que los periodistas seamos siempre honestos y expongamos, investiguemos y hagamos uso de la tecnología de manera responsable y ética, sin dejar de trabajar, para garantizar que la información que producen sea precisa, imparcial y relevante. Por ejemplo, empezar por decir que para este articulo usé la IA como base del texto para tener mejores ideas y para que más gente lo lea.
Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.