Por Joselyn Rojas Hernández - Estudiante de la carrera de Ingeniería Química Industrial
¿Alguna vez se ha preguntado sobre la importancia de la tolerancia para fundamentar relaciones sanas y con buena comunicación? En la actualidad, las personas le dan poca importancia a la tolerancia, por lo que no están preparadas para solucionar los conflictos que se les presentan en la vida cotidiana y, por consiguiente, no están forjando una sociedad con una cultura éticamente humanista, además de tener relaciones personales deficientes (Beltrán, 2004). A pesar de que la tolerancia es vista de manera errónea como sinónimo de permisividad y de tolerar acciones intolerantes, es necesaria para fundamentar las buenas relaciones en la actualidad. Además, fundamentar las relaciones en la tolerancia permite que existan procesos de socialización con buen entendimiento, que, den significado y estabilidad en relación con el otro, en busca del bien común.
Educar en la tolerancia desde edades tempranas fundamenta las buenas relaciones personales. Según Hernández (2004), enseñar tolerancia desde una edad temprana formará seres humanos mejor preparados para cohabitar en un medio ambiente cada vez más diverso. Del mismo modo, la educación es el medio más eficaz de prevenir la intolerancia; la primera etapa de la educación para la tolerancia consiste en enseñar a las personas los derechos y libertades que comparten, para que puedan ser respetados; y en fomentar además la voluntad de proteger los de los demás (Unesco, 1995). Finalmente, fundamentar la educación en métodos sistemáticos y racionales de enseñanza de la tolerancia que aborden las principales causas de la violencia, ayudaría a las personas a desarrollar sus capacidades de juicio independiente, pensamiento crítico y razonamiento ético para crear buenas relaciones personales (Unesco, 1995).
Por otra parte, la tolerancia fomenta la cultura de paz en las sociedades y con ello se da una mejora de las relaciones personales. Tal como lo indica la Unesco (1995), sin tolerancia, la paz no es posible; con tolerancia, es posible hacer realidad numerosas posibilidades humanas y sociales, y en particular la evolución de una cultura de paz y buenas relaciones personales. La tolerancia se fundamenta en el diálogo y el estudio, como búsqueda de la verdad. La tolerancia, es la virtud que hace posible la paz, contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz (Beltrán, 2004). La tolerancia se orientaría a fomentar, e impulsar la paz y la armonía para lograr sociedades plurales, esto significa evitar situaciones de conflicto (Hernández, 2004). Por tanto, la tolerancia se encuentra orientada a evitar conflictos y a crear buenas relaciones personales.
A menudo se argumenta que la tolerancia es sinónimo de permisividad o pasividad. Es admisible pensar que la mayoría de las personas tengan el pensamiento de que tolerar acciones intolerantes es irracional. Sobre esto, González (2016) indica que la práctica de la tolerancia equivale a atentar contra la idea de imparcialidad que la tolerancia busca defender. Además, añade que la tolerancia es sinónimo de pasividad al traicionarse a sí mismo. No obstante, Monroy (2016) muestra que la tolerancia no es sinónimo de permisividad o pasividad, sino que es una disposición decidida a prestar atención activa con el pensamiento o acción a las diferentes opiniones, creencias, valores y conductas concretas que difieren, con el fin de construir una cultura de paz y socialmente saludable.
Evidentemente a pesar de que muchas personas no pongan en práctica la tolerancia en su vida cotidiana, lo cierto es que las personas que no fundamentan sus relaciones personales en la tolerancia tienen relaciones deficientes; mientras que las personas que fomentan sus relaciones en la tolerancia establecen buenas relaciones con sus semejantes, fortalecen la afectividad con el mundo que los rodea y logran una buena comunicación entre un diverso grupo de personas, es decir, construyen una cultura de paz. Por tanto, la tolerancia es necesaria en todas las personas, ya que esta permite fundamentar buenas relaciones y tener competentes procesos de socialización.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
Referencias bibliográficas:
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Beltrán, M. (2004). Tolerancia y derechos humanos. Revista de Política y Cultura, (21), 179- 189. Scielo.
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González, L. (2016). ¿Estamos obligados a tolerar acciones intolerantes? Revista ideas y valores, 65(162), 87-102.
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Hernández, I. (2004). Educar para la tolerancia: una labor en conjunto. Revista Mexicana de Ciencias políticas y sociales 46(191), 136-148.
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Monroy, A. (2016). Educar en la tolerancia base fundamental de las relaciones interpersonales desde la clase de educación física. [Trabajo Final de grado, Universidad Pedagógica Nacional].
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Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco. (1995). Declaración de los Principios de la Tolerancia. http://portal.unesco.org