Un grupo de 32 funcionarios de la Dirección de Vida Estudiantil del Ministerio de Educación Pública (MEP) suscribieron un documento reprochando las declaraciones de la ministra de Educación, Anna Katharina Müller Castro, sobre el bullying en centros educativos.
La semana pasada ante la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa, Müller afirmó que: “un niño, una niña, un joven con buena autoestima no se deja afectar por el bullying” al ser consultada por un diputado sobre las acciones lideradas por el MEP para combatir el matonismo.
Siento que al trabajar con la autoestima, se les mejora la capacidad para poder discriminar cuándo es que tienen que reaccionar y cuándo no.
En el documento de seis páginas los funcionarios del MEP afirmaron que era su responsabilidad ética y profesional expresarle a Müller su preocupación y hacerle llegar las consideraciones técnicas y recomendaciones para que el tratamiento de este y otros temas estratégicos que son competencia de la Dirección de Vida Estudiantil respondan al enfoque de derechos humanos, a la evidencia científica, a la normativa nacional e internacional y estén acorde con los protocolos que rigen la prevención y atención de la violencia en los centros educativos.
"El acoso escolar o bullying es una forma de violencia y puede hacer víctima a cualquier persona estudiante. No puede asegurarse que “un niño, una niña, un joven con buena autoestima no se deja afectar por el bullying”; porque la vulnerabilidad no es algo dado, ni estático, sino que depende de condiciones o factores del entorno, como la exclusión, violencia, discriminación, entre otros", indicaron los funcionarios firmantes.
La autoestima de una persona está en constante construcción, desarrollándose y cambiando durante toda la vida; este proceso resulta particularmente sensible para niñas, niños y adolescentes que están empezando a forjar su identidad. La “buena autoestima” es una condición poderosa y en un tiempo y espacio determinado, puede potenciar las habilidades para la vida de una persona estudiante, pero no puede blindarla cuando es víctima de situaciones de violencia como el acoso escolar.
Los expertos del MEP en esa área le recordaron a Müller que el acoso escolar o bullying es una manifestación de violencia; sufrida por estudiantes, entre pares, en el entorno educativo, de forma repetitiva, premeditada y con intencionalidad, operando bajo el silencio de los espectadores y que, por la práctica del mismo, se va instaurando una relación de desigualdad de poder entre la persona que violenta y la persona violentada. Esto, con el paso del tiempo va mermando, la autoestima de la víctima.
Aseverar que una persona estudiante con “buena autoestima” puede no dejarse afectar o detener el acoso escolar o bullying, es una afirmación revictimizante y peligrosa. Significa depositar la responsabilidad en la persona que está siendo violentada y que sufre la acción directa. Por un lado, minimiza la responsabilidad de quienes practican y son cómplices del acoso escolar. Por otro lado, distorsiona la comprensión del fenómeno del acoso escolar o bullying, pues estigmatiza a las personas que se encuentran sufriendo esta dinámica, encasilla a la persona víctima y puede afectar su capacidad de buscar ayuda y apoyo para superar la situación.
El documento agrega que para prevenir la violencia debe apoyarse a los centros educativos. "No se necesitan programas nuevos, ni cambios en reglamento de conducta para poner mano dura a la que se ha llamado “generación de cristal”".
Según los funcionarios, lo que se requiere es contar con recurso humano especializado y sensible para atender debidamente a las poblaciones que han sido vulnerabilizadas por las condiciones económicas, sociales y educativas derivadas del período de pandemia.
Asimismo afirmaron que se requiere promover una gestión más integral de los centros educativos encaminada a mejorar el clima escolar; empezando por el liderazgo de quienes ocupen el cargo de Dirección que deben consultar al estudiantado y el profesorado para hacer las mejoras pertinentes en el centro educativo, un personal docente y administrativo que modele con el ejemplo practicando la convivencia y buena comunicación, la cooperación entre los estudiantes para motivarse y resolver situaciones difíciles y la aplicación de protocolos para garantizar seguridad física.
Ahora más que nunca para prevenir la violencia es necesario brindar recursos e instar a los centros educativos a promover los programas de participación estudiantil arte, deporte, cultura, convivencia, salud, ambiente, política, entre otros. De acuerdo con la consulta nacional realizada por la Dirección de Vida Estudiantil a personas estudiantes de secundaria en agosto 2021, cuando las personas estudiantes participan en esas actividades, generan cambios muy positivos en su rendimiento académico, en la motivación hacia el estudio, mejoran relaciones sociales y desarrollan sus habilidades para la vida y la convivencia.
Los funcionarios afirmaron que consideran importante que Müller pueda conocer más sobre las estructuras, recursos e información con la que cuenta el sistema educativo público en materia de prevención y atención de la violencia, asuntos que afirman han manifestado en diferentes espacios y situaciones pero que, a la fecha, no han sido tomados en cuenta de manera oportuna.
"Finalmente, las mejoras y los cambios, para bien, son bienvenidos por nuestro equipo, que siempre ha sido muy flexible y está a la vanguardia en la generación de proyectos innovadores. Pero no podemos dejar que se debiliten, sin realizar una consulta sobre los servicios y programas que han sido valiosos para la vida de las personas estudiantes. Somos una instancia asesora y estamos siempre en la mayor disposición de acompañar los procesos desde nuestras competencias", dijeron.
No podemos involucionar en cuanto al enfoque de derechos humanos y todas las mejoras deben hacerse encaminadas a promover una cultura de paz, a fortalecer los vínculos de convivencia en los centros educativos, al incremento de factores protectores y la gestión de factores de riesgo en beneficio de la población estudiantil a la que nos debemos.
Dejó plantados a diputados
Müller dejó plantados a los diputados de la Comisión de Juventud, Niñez y Adolescencia de la Asamblea Legislativa donde había sido convocada para este martes, con el fin de que se refiriera al abordaje y las acciones realizadas desde el MEP para prevenir, atender y combatir las acciones de discriminación y racismo contra y entre estudiantes en los centros educativos.
Pese a que había sido convocada desde inicios de mes y habían pactado una fecha en común para llevar a cabo la audiencia, Müller no se presentó y en su lugar envió a un viceministro y otros funcionarios del Ministerio.
El presidente de la Comisión, el socialcristiano Carlos Felipe García recordó que las comparecencias legislativas no son delegables, por lo que declaró inadmisible la presencia de esos funcionarios y les pidió que se retiraran de la comisión, pues la que debía comparecer era la ministra.
La medida fue apoyada por congresistas de otras fracciones, quienes recordaron que no es la primera vez que Müller se ausenta de citas en la Asamblea Legislativa.