Por Génesis Garro - Estudiante del Club Rockapellas de ULACIT

 “Muchas empresas creen que la gente es intercambiable. La gente talentosa nunca lo es. Ellos tienen cualidades únicas. Ese tipo de personas no deben ser forzadas a desempeñar roles para los que no están preparados. Los líderes efectivos permiten a la gente extraordinaria dedicarse a aquello para lo que nacieron”. - Warren G. Bennis

Recuerdo la primera vez que fui al club, parecía un sueño hecho realidad; un grupo de personas asombrosas en tan solo una clase me mostraron lo que podían hacer con sus voces, sus gestos al moverse, incluso su forma de hablar… quedé maravillada ante tal escenario. Me puse a pensar mientras escuchaba su trayectoria artística, cómo era posible que talentos así estuvieran en el anonimato en nuestro país. También me llamó la atención que 15 personas becadas por una universidad de prestigio, escogidas mediante diversas pruebas de liderazgo y talento, lograran llevarse bien y hasta trabajar en equipo. ¡Todos eran líderes! ¡Todos sabían cantar! ¿Cuáles serían los retos y oportunidades en una agrupación estudiantil donde todos los miembros destacaban por las mismas habilidades?

Se trata de identidad; conocer que cada uno de nosotros tenía diferentes propósitos nos ayudó a dar el primer paso: no todos cantaban la misma música, no todos sabían lo mismo y aunque nuestras “ramas tenían una misma raíz, apuntaban hacia diferentes direcciones”. Tuvimos que aceptar que había mucho por aprender, y que nuestra escuela de años fuera de la universidad apenas estaba comenzando. Nuestro mentor nos instó todo el primer mes a fortalecer el trabajo en equipo, a aprender unos de otros, aun sacándonos de nuestra zona de confort. Fue una oportunidad para aprender de otros, con humildad tuve que reconocer que era tiempo de sentarme y escuchar.

Se trata también de crecimiento. Todos le tememos a lo nuevo, a lo desconocido y a lo indescifrable. El aprendizaje semanal se notaba, quienes pensaban que habían alcanzado su mayor logro mejoraban cada día que pasaba, técnicas nuevas, ejercicios de desarrollo, y un crecimiento rápido y efectivo. Aprendí que, para crecer, a veces hay que soltar lo viejo para agarrar lo nuevo, y yo deseché teorías y aprendizajes viejos, para tomar todo lo bueno que podía aprender y crecí. Luego de 12 años de estudiar música lírica, la primera canción que presenté fue de Bob Marley, y ¡eso me satisfacía!, pues estaba aprendiendo. El reto era soltar aquello a lo que estábamos aferrados, y atreverse a cambiar toda la fórmula para obtener mejores resultados.

Todo se resume en el éxito del liderazgo talentoso. Las juntas directivas son una oportunidad para surgir de forma increíble; al empezar a desarrollar esa “autoridad” o, mejor dicho, independencia o autonomía para gestar planes de desarrollo, elaborar estrategias que mejoren la efectividad y analizar el perfil de potenciales líderes a futuro, mis compañeros y yo experimentamos que lo extraordinario se convertía en lo ordinario para nosotros. Teníamos la oportunidad no solo ser cantantes, sino líderes; de saber decir sí y no, y de resolver los problemas con astucia.

¿Por qué muchos continúan en el anonimato? No lo sé, pero sí puedo asegurar, que volarán alto y que las puertas se abrirán en el transcurso de su caminar, porque no solo son cantantes, no solo tienen un talento, manifiestan una actitud, desarrollan una personalidad, forjan metas y un camino por seguir. Pasaron por los beneficios que genera estar en el club: identidad, crecimiento y éxito. Aunque todo es una escuela para afrontar la vida real, la universidad deja una huella en nosotros; más que solo una beca, más que solo un club, deja en nosotros un orgullo de saber que lo logramos y que todas las pruebas o adversidades en el camino no eran más que trampolines que al bajar, te impulsan a llegar alto. No me canso de decirlo: conocimiento, actitud y talento son el mejor conjunto que debemos tener, y no definirá solo nuestra música, sino a donde vamos.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.