El Bayern de Múnich doblegó (2-0) al Paris Saint-Germain este miércoles en la vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones, otra victoria encarrilada por la mínima como en la ida pero con una superioridad que se hizo palpable en el segundo tiempo, cuando llegó el gol de Choupo-Moting, otro ex para despedir a los franceses.
El equipo alemán, campeón por sexta y última vez en 2020 a costa del PSG, fue superior a los Messi y Mbappé en la vuelta de vestuarios. La energía gala, quinta eliminación en octavos de las últimas siete ediciones de Champions, se apagó en ese regreso claramente local en el Allianz Arena, un empuje local que castigó en el robo arriba a Verratti y redondeó en el 90' con Gnabry.
Con el cartel difícilmente mejorable, el choque no defraudó en el primer tiempo, por parte de ambos, con intercambio de dominio, presión y ocasiones. El primer asalto fue del Bayern, con disparo de Goretzka, pero el PSG tomó el mando del balón con Messi bastante libre de marca y el apoyo en Vitinha y Verratti.
El argentino no acertó a rematar una calcada a su reciente tanto contra el Nantes y, cerca de la media hora, el Bayern salió de la cueva con el talento de Musiala. El joven internacional alemán sacó un disparo a la media vuelta que despejó como pudo Donnaroumma, pero antes del descanso llegó la mejor de los visitantes, presionando al meta Sommer para quedarse con la miel en los labios.
Vitinha terminó de recuperar el balón con el portero fuera de su sitio pero su remate lo sacó bajo palos De Ligt. El PSG, que lamentó las lesiones en defensa de Marquinhos y su sustituto Mukiele, perdió el pulso tras el descanso, con más acciones de Musiala y un Choupo-Moting con ganas ante su exequipo, como en la ida Coman.
El delantero camerunés llegó a ver puerta pero fue anulado porque Müller metió la pierna en fuera de juego, pero el Bayern sacó la apisonadora borrando el centro del campo rival. Los de Julian Nagelsmann olieron la sangre y, en la presión a Verratti, encontraron el balón del 1-0 fácil para Choupo-Moting. Los de Christophe Galtier reaccionaron como pudieron pero el Bayern tuvo bien controlados a Messi y Mbappé.
Así, fue Sergio Ramos quien, con dos cabezazos, pudo meter en la pelea a los visitantes. El defensa español no acertó por centímetros, pero la disciplina alemana, mientras metía más madera con Mané o Cancelo, contrarrestó con el descontrol de un PSG que encajó el 2-0 de impotencia en el último minuto por medio de Gnabry.