Por Ximena Pacheco Zúñiga - Estudiante de la Escuela de Estudios Generales
Todo costarricense conoce la leyenda de la llorona, puede que en diferente versión. Si algo es seguro es que conocen la historia, ya sea por sus abuelos, la escuela, los amigos del barrio o los papás, todos han escuchado sobre la Llorona una o más veces.
A pesar de que es conocida como una leyenda, todavía en algunas zonas de Costa Rica existen personas que creen que, si existió o que existe, que no fue una leyenda nada más y es por esto por lo que la leyenda ha permanecido por años en las familias costarricenses.
Pero ¿qué pasa cuando la llorona aparece en el lugar que usted hace ejercicio? ¿Y te estás preguntando cómo voy a verla ahí? Pero así es, más de uno hemos visto a la llorona en el gimnasio, sólo que de una manera distinta, en vez de verla llorando sentada con un vestido blanco y el pelo en la cara, la escuchamos por medio de mitos sobre el tema del ejercicio, por medio de diferentes ideas o consejos, sobre qué debo o no hacer, al realizar ejercicios.
Tal vez habrá escuchado que te dicen el famoso “no pain, no gain” (sin dolor no hay ganancia); no haga ejercicios cardiovasculares solo pesas y así solo gana musculo; hacer abdominales quita los “rollitos”; si hace menos repeticiones pero con mayor peso va a generar músculo más rápido; si tiene músculo es porque es muy fuerte; el agua fría es mala para la salud; entre más suda más quema grasa; hacer 35 minutos de ejercicios cardiovasculares para adelgazar; si hago ejercicio puedo comer lo que quiera; las bebidas deportivas son buenas para hidratarse; para hacer músculo tiene que tomar batidos de proteína; correr hace que el útero se caiga; si es flaco es saludable; no es necesario utilizar utensilios para proteger las articulaciones o músculos trabajados, o estire antes y después de entrenar.
Todas estas ideas y más, que hemos escuchado son como el cuento de la llorona, un simple mito. Pero ¿por qué? Debido a que a lo largo del tiempo se han creado creencias sobre recomendaciones que debemos seguir para disminuir o subir rápido de peso, las cuales se han pasado de boca en boca. El problema es que siendo correctas o incorrectas, las personas las han creído y adoptado. Puede ser que algunas funcionen pero la verdad es que, del todo, no son ciertas ni factibles y hasta puede que no sean seguras para la salud.
Sin embargo, la razón porque muchos siguen creyendo estas ideas es por diferentes motivos; primero, a veces es más fácil dejarse llevar por lo que la mayoría piensa. Seguimos consejos porque a alguien le funcionó y si la persona que nos lo dice es una persona que labora en el ámbito del fitness, es muy fácil creerle y seguir sus sugerencias. La situación es que estos pensamientos están inculcados en la sociedad desde hace mucho tiempo y cualquiera se puede equivocar al recomendar algo o no estar lo suficientemente informado. Es por esto por lo que toda persona que realice algún deporte o ejercicio debe de informarse sobre las actividades que realiza. Debe descubrir la mejor manera de hacerlo e investigar sobre cuáles son los mejores métodos para desarrollar dichas acciones.