Playa Blanca es la playa más bonita cerca de San José. Sin embargo, tiene la desgracia de estar rodeada por el Hotel y Club Punta Leona, cuya administración pone obstáculos constantes para impedir que el público general pueda disfrutar de esta playa pública. Ya es hora de que la Sala Constitucional se pronuncie nuevamente y le recuerde al Club y a la Municipalidad de Garabito que la playa no es solo para socios. El recurso ya fue presentado a la Sala. Le corresponde ahora a la Sala IV defender la Constitución.

Desde al menos inicio de este año el parqueo de Playa Mantas está cerrado al público los fines de semana y los días feriados. Estos días solo puede ser utilizado por socios del club, quienes pareciera que no lo necesitan. Visité Playa Mantas un domingo de enero a las 11 de mañana y no había ni un carro en el parqueo.

Los días que el parqueo sí abre cuesta 15 mil colones. Es una tarifa única que debe ser pagada en efectivo. No me extrañaría que este sea el parqueo más caro de toda Costa Rica. De hecho, es más caro que el parqueo de Disney World, que vale 25 dólares, unos 14 mil colones por el día. Este precio de parqueo, además de usura, es una clara movida para hacer que las personas que llegan hasta allá se regresen por donde vinieron. O que se pongan a contar billetes y monedas a ver si tienen 15 mil colones, y así evitar haber pasado unos 30 minutos de camino desde la calle principal en vano.

La zona está además llena de señales y postes que impiden parquear en la calle. Los fines de semana hay constante presencia de policía municipal. No lo piensan dos veces antes de quitarle las placas a quienes tratan de desafiar las prohibiciones. Esto hace evidente la mano de la Municipalidad en todo este asunto.

Existe otra opción de parqueo privado, a unos 2 kilómetros de la playa, que cobran 5 mil colones por el día, y otros 5 mil por un transporte que no da abasto al final de la tarde. Mi enojo no es contra este otro parqueo. Es Punta Leona quien tiene que tomar acciones para garantizar realmente el acceso a la playa, y con la Municipalidad quien tiene que asegurar que Punta Leona tome estas acciones.

A todo esto, se le suma además lo complicado que es paso de Playa Mantas a Playa Blanca. Existiendo una calle que lleva hasta Playa Blanca, quienes no somos socios del club tenemos que usar un acceso que solo sirve en marea baja. Muy pocas personas conocen los horarios de la marea cada día. Existiendo una calle, se exponen a usar el paso en marea alta y golpearse contra las piedras.

Además, el paso requiere trepar unas piedras altas con una cuerda. Para las personas con movilidad reducida no socias del club es imposible acceder a Playa Blanca. Existiendo una calle que podrían usar, esto es un caso obvio de discriminación.

Es una lástima que Punta Leona actúe de forma tan mezquina. Podría seguir el ejemplo del Hotel en Playa Papagayo que puso a disposición del público general un bus para trasladar personas de forma gratuita desde un parqueo gratuito a las diferentes playas. Por el contrario, tenemos una mezcla distópica. Un club que toma medidas con apariencia de legalidad, pero que buscan lograr que la playa sea únicamente para los socios. Acompañado con una Municipalidad que es no solo negligente ante lo que sucede, si no que apoya la situación. Es tal la impunidad con la que opera este club en Garabito que hace unos días cinco casas de lujo se cayeron por la montaña. Quién sabe si el club se hará responsable de los daños ambientales que esto implica.

La Sala Constitucional debe declarar con lugar el recurso presentando y así permitir que todas las personas podamos disfrutar de Playa Blanca.  Lo contrario sería discriminatorio por razones de posición económica y por discapacidad. Ambas categorías de discriminación prohibidas por el derecho internacional de los derechos humanos. La Sala debe actuar conforme a la obligación de hacer control de convencionalidad y no posibilitar que esta discriminación continúe.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.