Cientos de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro ha superado las barreras policiales y ha invadido la sede del Congreso brasileño en Brasilia en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y que recuerda al ataque al Capitolio de los Estados Unidos en 2021 por parte de simpatizantes de Donald Trump.

Algunos de los asistentes se dirigen ahora al palacio presidencial, el Palacio de Planalto, y a la sede del Tribunal Supremo Federal con el objetivo declarado de derrocar a Lula y a su vicepresidente, Geraldo Alckmin. La Policía está empleando medios antidisturbios, informó la prensa brasileña.

Los manifestantes se habían concentrado este domingo frente al Cuartel General del Ejército, en el centro administrativo de Brasilia, y marcharon hasta la Explanada de los Ministerios, donde se han producido los incidentes.

Los afines a Bolsonaro, con abiertas tendencias golpistas, exigen la intervención de las Fuerzas Armadas y la detención de Lula.

Anteriormente, el ministro de Justicia, Flávio Dino, dijo haber mantenido contactos con los gobernadores para abordar "actos antidemocráticos" ocurridos recientemente en el país en referencia a las manifestaciones de rechazo a la toma de posesión de Lula.

"Queremos que la ley prevalezca y no haya crímenes. Estoy en Brasilia. Espero que no haya actos violentos y que la Policía no tenga que actuar. La 'toma del poder' solo puede suceder en 2026, tras unas nuevas elecciones", ha argumentado.