La trama de dimes y diretes entre el trol Piero Calandrei, la ministra de Salud y otros funcionarios del gobierno, debe ser analizada más allá de los chismes de los cuales hemos sido testigos en estos últimos días.

Para quienes no se ubican en el tema o no lo tienen del todo claro, empecemos por contextualizar.

Piero Calandrei es un personaje ficticio que interactúa en Facebook con más de 30 mil seguidores y más de 15 mil en Tik tok. A través de sus publicaciones y desde la cobardía del anonimato, procura canalizar la opinión pública o manipular la percepción de la realidad, muchas veces sin importar sus convicciones o que sea a base de mentiras. Esto es lo que en tiempos actuales se denomina “trol”, personaje que puede desarrollar sus sucias campañas mediando o no, un pago. No es un concepto nuevo, ni mucho menos surge en Costa Rica. En tiempos recientes, Latinoamérica y el mundo en general, ha sufrido el grave daño que le hace este tipo de estrategias a las democracias.

En nuestro país, Piero cobró gran relevancia durante la campaña política que culminó con la llegada al poder de Rodrigo Chaves. Desde entonces, a través de su perfil, realizó múltiples y constantes publicaciones en favor Rodrigo Chaves, de su gobierno, de Pilar Cisneros, y de la ministra de Salud, Joselyn Chacón, al tiempo que criticaba duramente publicaciones de medios como CRHoy.com, Telenoticias y La Nación, acuñándoles el calificativo de “prensa canalla” cada vez que osaran criticar alguna declaración o medida de sus protegidos.

A mediados del pasado diciembre, la ministra Chacón publicó en sus redes que Piero extorsiona económicamente a personas y que no crean lo que él va a decir en su contra ya que corresponde a un acto de venganza. A partir de aquí todo se desata.

Piero confiesa que, durante buen tiempo, había estado recibiendo dineros de la ministra, la cual le depositaba a su cuenta bancaria a través de un funcionario del Ministerio de Salud allegado a ella y en las colillas se consignaba que era por concepto de “ayuda universitaria” Dichos dineros tenían por propósito que Piero, en sus redes, levantara la imagen decaída de la ministra y atacara a diversos periodistas y medios de prensa. Resulta ahora que después de sus sucias campañas durante meses, Piero viene ahora a hacerse la víctima y aduce que se cansó de que la ministra carece de inteligencia emocional y le solicitaba difundir información incorrecta o en contra de sus valores.

En estas confesiones, Piero señala que había sido la propia Pilar Cisneros, como mano derecha de presidente, quien le había pedido ayuda para levantar la ministra de Salud. Recordemos que la ministra de Salud, ha cometido gravísimos yerros en su gestión y esto le afectó su imagen pero no iba a ser destituida tan fácilmente porque se trata de alguien sumamente allegada al Presidente. No por casualidad fue su jefe de campaña en la contienda electoral. Precisamente desde tiempos de la campaña, Cisneros y Piero habrían tenido afinidad y habrían llegado a acuerdos para ayudar a Chaves a alcanzar la presidencia y desprestigiar a medios de prensa que lo cuestionaran; aunque dice Piero que, en esta etapa inicial, no hubo pagos de por medio.

Por su parte, en una risible defensa, la ministra de Salud admite que sí le hizo pagos a Piero pero era para promover una campaña de Salud. ¿Cuál campaña? ¿Quién paga el financiamiento? ¿Era un trol un medio idóneo para pagar publicidad para campañas de interés público? ¿Ley de Contratación Administrativa? El problema de mentir cuando no se sabe dónde se está parado es que surgen más cuestionamientos de lo que se quisieron disipar.

Cisneros a su vez, manifiesta que ella no conoce a Piero. Luego, con prueba de pantallazos de conversaciones, aduce que le contestaba a él como le contestaba a cualquiera, sin embargo, existe prueba de conversaciones de ella con Piero donde la primera le dice a este, que por todo lo realizado, ella está eternamente agradecida.

Como si fuera poco esta maraña de mentiras y jugadas sucias de ambos bandos, salen a relucir otros pagos provenientes de Casa Presidencial, hechos por un allegado del presidente con el propósito de fortalecer la imagen de Chaves, de su gobierno y de su nuevo partido, al tiempo que persiguen desprestigiar el PPSD, partidor que lo llevó al poder.

Los seguidores de Chaves ahora dicen que a un trol no se le puede creer. Esto a pesar de que, desde la campaña y a lo largo de estos meses de gestión del gobierno, los posts de Piero fueron para ellos santa palabra y prácticamente era su mayor fuente de información cuando se hablaba a favor del presidente o de su gobierno.

Cuando se realizan transacciones nada honorables entre dos partes, donde ninguna de las dos es honorable, resulta sumamente sencillo que la deslealtad, traición y venganza, tarde o temprano lleguen a relucir.

Lo de Piero apenas salió a la luz pública, pero desde la campaña política que llevó a Chaves al poder, muchos veíamos más que evidente la presencia, como nunca antes, de troles modificando la opinión popular, difundiendo fake news y manipulando. Meta, la empresa matriz de Facebook advirtió que en los comicios en Costa Rica hubo pagos a troles por más de $128 mil. Existen agencias de marketing online especializadas en cómo crearlos, modificarlos, promover mensajes y hacerlos pasar por “humanos” para generar popularidad hacia determinado líder y animadversión contra la prensa y contra quien lo critique.

Los troles trabajan mediante algoritmos tan precisos, que al identificar palabras como “presidente”, “prensa” y los nombres de los líderes que deben proteger, disparan en segundos diatribas contra sus presuntos “enemigos”, que son todos los que discrepan de sus palabras, acciones y pensamiento. No es casualidad entonces que cuando se lanza una crítica al gobierno Chaves se reciban respuestas o mensajes violentos y hasta amenazantes. Muchos lo hemos vivido en carne propia. Tampoco es de extrañarnos que existan numerosas cuentas de Facebook con nombres, rusos, árabes, ucranianos, de la India y otros países lejanos que de forma masiva publican mensajes como “le creemos doña Pilar”; “Juan Diego Castro presidente”; “ahora sí tenemos presidente”, etc.

Lejos de terminar la trama aquí, en el año 2023 se abordarán estos temas en comisiones legislativas, investigaciones de financiamiento de campaña en TSE, y sin duda, en estrados judiciales, pero sobre todo no debemos dejar de lado que se tratan hechos graves. Ya existe un daño a la credibilidad y transparencia de ambas partes y sin duda la gran perdedora aquí se llama “democracia”, o sea, somos nosotros quienes más perdemos.

Resulta de mucha bajeza recibir dineros para que, al amparo del anonimato, se ataque a la prensa, se desinforme en temas tan trascendentes como la salud pública y se manipule la opinión pública con tal de tener una cierta imagen o salir bien en encuestas y para que el gobierno goce de mayores márgenes de maniobra para futuras acciones. Pero resulta aún de más bajeza y mucho más repudiable, que funcionarios públicos, del más alto nivel y allegados al presidente de la República, sean los que paguen y propicien estos hechos.

Una sana democracia requiere ante todo una opinión pública libre; que se informe bien y de manera responsable y que las discusiones políticas se den sobre la mesa, no a partir de los subterfugios sucios de los troles y campañas orquestadas para mentir y confundir.

La coyuntura de las pasadas elecciones era tal que, por las razones que fueran, todo lo que tenía que ver con PUSC, PLN y PAC era satanizado. Bajo este esquema y en medio de una crisis socioeconómica postpándemica y guerra en Ucrania, emerge la figura del hombre fuerte, políticamente incorrecto, que promete brincarse la institucionalidad y a punta de decretos, poder solucionar todos los males que aquejan al país.

Lejos de las discusiones de altura y realísticas, lo que teníamos y tenemos es una sociedad cada vez más atomizada, compuesta por personas fácilmente manipulables, sometidas a múltiples "realidades" ficticias. El terreno así era, para los troles, más que tierra fértil para que un candidato populista ganara y pudiera gobernar con buena parte de la opinión pública a su favor.

Con sus propias particularidades, contemporáneamente diversos países han visto dañadas sus instituciones democráticas y hasta su paz social bajo esquemas de troles, fake news, manipulación, que han puesto y quitado gobernantes y con ello hasta se ha permitido la instauración de prácticas violatorias de derechos humanos. Citamos a modo de ejemplo figuras como Trump, Bukele, Bolsonaro. Se trata líderes populistas, de tendencia de derecha o extrema derecha que rechazan la discusión, el cuestionamiento, la confrontación de opiniones; no aceptan la crítica, buscan comunicarse directamente con el ciudadano, de ser posible metido dentro de su su casa mediante redes sociales, conferencias de prensa amañadas, en fin, mediante diversas prácticas de shows políticos que tanto le aplauden sus seguidores, que se convierten en sus fanáticos y mejores defensores. Sus políticas económicas tienden al liberalismo y de un modo u otro, procuran favorecer a los fuertes grupos económicos que los llevan al poder, sin importar que con ello se erosiona los Estados sociales de Derecho. Otra característica común es que son líderes anti ciencia y ante ello, la conspiración y desinformación se convierten en sus aliados.

Parte importante de la estrategia de estos líderes es desacreditar a los medios de prensa tradicionales, acusándoles de no ocuparse de los problemas reales de la gente, de obedecer solo a las elites y ocultarles la verdad a los lectores. Han descubierto que basta machacar al ciudadano con mensajes simples y directos que refuercen sus prejuicios, por ejemplo, contra la inmigración, que asocian falsamente al incremento de la delincuencia o al abuso de los servicios sociales que "hemos pagado entre todos".

Estas estrategias son altamentes productivas. En Costa Rica, como nunca antes, actores civiles, la mayoría de la oposición, y la misma prensa ha dado un trato sumamente benevolente a la forma de actuar del gobierno Chaves hacia sus diversos y graves desatinos. La intimidación y agresión verbal en redes contra quienes piensan distinto surten efecto. Su objetivo es, por otro lado, marginar las voces minoritarias y dar una apariencia de normalidad a los puntos de vista más extremos, creando así la impresión de una aceptación tácita de los mismos.

Bajo esta manipulación en que muchísimos han caído, no les importa que el costo de la vida que se prometió bajar el día uno con el poder de un lapicero no haya bajado; que ni las medicinas, ni el arroz hayan bajado; que las pensiones de lujo que dijo que eran muy sencillas de eliminar, no se hayan extinguido o que en este diciembre hayamos alcanzado el mayor índice de homicidios en la historia del país, todo a pesar de que en tiempos de campaña en buena medida fueron temas con los que se logró convencer al electorado.

Si queremos luchar por nuestra democracia cabe ahora llegar al fondo del tema. Debe investigarse quién organiza este sistema orquestado de manipulación mediática; y de dónde salen los recursos para financiar esta actividad que mantiene perfiles falsos dentro y fuera del país.

El pago de troles para atacar a terceros o a la prensa, o fortalecer la imagen de una diputada oficialista o al propio Gobierno es altamente incompatible con el ejercicio de todo cargo de elección popular, sobre todo en lo que ha sido una democracia plena como la de Costa Rica.

Podemos estar de acuerdo con las decisiones del gobernante de turno o no, pero no debe caber duda que su intención primordial es procurar el bien común y no favorecer ciertos intereses o la vanidad misma de su líder.

Es el funcionario electo popularmente quien debe cultivar esa convicción en la ciudadanía mediante la transparencia y rigor moral de sus actuaciones. Proteger estos valores es deber de todos nosotros estando alertas para no caer en la demagogia, y teniendo más apertura para informarnos mejor del acontecer nacional. Pero esta obligación de transparencia y actuación acorde al mayor bien común, sin tener que llegar a manipular, quien más la tiene es el propio presidente y su círculo cercano. Esperemos que este 2023 marque un cambio de rumbo del país y de la forma de hacer política.

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