Sara Björk Gunnarsdóttir es una exitosa futbolista profesional que juega actualmente en la selección de Islandia y en la Juventus. Sin embargo, la semana pasada se hizo noticia no por sus dotes futbolísticos, sino porque salió a la luz el trato negativo que recibió del Lyon a raíz de su embarazo.

El 2 de marzo de 2021, Sara se dio cuenta que estaba embarazada. En la carta que escribió para The Players’ Tribune cuenta que, al momento de enterarse, tuvo sentimientos encontrados. Felicidad, pero también:

En el fondo de tu mente, todavía sientes que eres culpable de algo. Como si estuvieras defraudando a la gente”

Y es que aún no es algo común que una futbolista de élite mundial quede embarazada y quiera seguir con su carrera profesional. De hecho, el caso de Sara fue el primero en la historia de Lyon.

Ella le contó al doctor del equipo, y decidieron mantenerlo en secreto, junto con los fisioterapeutas. Fue sostenible hasta que vomitó en un entrenamiento, y le tuvo que decir al entrenador que no se sentía en condiciones para jugar contra el PSG. Posterior a ese episodio, le dio la noticia al equipo.

Por la situación pandémica de entonces y buscando mayor cercanía con su familia, Sara decidió pasar el resto de su embarazo en Islandia, y volver a Francia después de dar a luz. El club la apoyó, hasta que le rebajó su salario durante tres meses.

Después de pedir explicaciones en reiteradas ocasiones, le informaron que estaban siguiendo la normativa francesa sobre bajas por enfermedad, en lugar del reglamento de la FIFA sobre maternidad.

Este reglamento, en pie desde enero 2021, establece que las jugadoras tienen derecho a percibir la totalidad de su salario durante su embarazo y hasta el inicio de su permiso por maternidad.

Aunque, de conformidad con las normas de la FIFA, todos los miembros deben integrar el reglamento a sus propias normas nacionales, muchas federaciones todavía no lo han hecho. Esto se presta para violar los derechos de las futbolistas, pues propicia la ignorancia sobre el tema. Además, por si fuera poco, FIFA no está imponiendo sanciones a las federaciones que no cumplen.

Por lo tanto, si una jugadora cree que se están irrespetando sus derechos, puede denunciarlo al sindicato o a la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPRO). En dicho ente internacional recibirá consejo y asesoramiento jurídico gratuito.

Sara fue a FIFPRO, y a pesar de recibir la amenaza de Vincent (director del club) de que si acudía a la FIFA “no tendría futuro en Lyon”, llevó el caso hasta las últimas consecuencias. En mayo de 2022, la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA sentenció que Sara tenía derecho a cobrar su sueldo íntegro durante todo su embarazo y hasta el inicio del permiso por maternidad. Así, Sara se convirtió en la primera futbolista en ganar un reclamo con base en el Reglamento de Maternidad de la FIFA.

No pudo seguir su carrera en Lyon, pero continuó en la Juventus, y, en sus propias palabras, sentó un precedente “para todas las mujeres que vendrán después; todas las futbolistas que van a convertirse en madres, y que no tendrán que preocuparse por sus carreras porque pueden seguir el ejemplo que he sentado para garantizar un trato justo”.