Francia venció a Inglaterra 2-1 en los cuartos de final.
La selección de Francia sacó este sábado el último billete a las semifinales del Mundial de Catar tras vencer (1-2) a Inglaterra en el Estadio Al Bayt, tras un partido igualado que Harry Kane pudo mandar a la prórroga, de no fallar su segundo penalti, para citarse el miércoles 14 con Marruecos, victoriosa también sobre Portugal, por un puesto en la final.
Aunque 'Les Bleus' se adelantaron en el marcador por medio de Aurelien Tchouaméni, el delantero del Tottenham empató desde el punto de penalti. Olivier Giroud devolvió la ventaja tras un gran testarazo y, aunque tuvo la oportunidad de volver a empatar el encuentro, Kane envió alto su segundo penalti de la noche, acabando así con las posibilidades de su selección de repetir semifinales, tras lo conseguido en 2018.
Aunque le faltó el gol, Antoine Griezmann fue la pieza clave del sistema de Didier Deschamps, convirtiéndose además en el máximo asistente de la historia de Francia, tras superar a Thiery Henry con 28. El rojiblanco cuajó unos cuartos de final sobresalientes como generador de juego y bisagra con un ataque formado por Kylian Mbappé, el histórico Giroud -máximo goleador (53) de Francia- y la versión mejorada de Ousmane Dembélé.
Sin el tanteo inicial propio de un partido de esta envergadura, ambas selecciones salieron al campo con ganas de demostrar desde el primer minuto. Así, fue la campeona del mundo la que golpeó primero, por medio de un sensacional zapatazo del futbolista del Real Madrid, Aurélien Tchouaméni. El mediocentro francés conecto un disparo desde fuera del área ante el que poco o nada pudo hacer Pickford.
Sin embargo, lejos de amedrentarse, los 'Three Lions' no le perdieron la cara al partido y pronto quisieron reaccionar. Primero Kane se plantó ante Lloris dentro del área, pero no pudo batir al portero tras un reverso, para después probar a su compañero en el Tottenham desde la frontal del área. Partido de ida y vuelta con muchas alternativas, que dejó una primera mitad en la que ambos tuvieron sus fases y momentos de control.
Continuó el mismo guión en la reanudación, aunque con una Inglaterra más vertical, que nada más salir de vestuarios tuvo el empate en las botas de Bellingham tras un potente disparo desde la frontal que Lloris acabó desviando a córner. Buenos minutos de los de Gareth Southgate, que por medio de Bukayo Saka encontraron el premio del gol.
El atacante del Arsenal no paró de intentarlo por la banda derecha hasta que en una de sus internadas fue derribado por Tchouaméni dentro del área. Harry Kane no perdonó desde los once metros y devolvió las tablas al marcador, igualando a Wayne Rooney como máximo goleador de la historia de los 'Three Lions' con 53 goles. A partir de ahí, los ingleses se lanzaron a por el partido, volcando todo su juego en campo rival.
Maguire mandó al palo un testarazo tras una falta botada desde el lateral y poco después Saka estuvo a punto de rematar un centro medido que finalmente sacó la defensa gala. Sin embargo, cuando mejor estaban los ingleses, los de Didier Deschamps sacaron su garra y devolvieron la ventaja en el marcador por medio de un sensacional Giroud que, tras un gran centro de Griezmann, remató de cabeza al fondo de la red.
Aún así, los de Gareth Southgate volvieron a tener la oportunidad de igualar la contienda, pero Kane, este vez menos acertado, mandó a las nubes su segundo penalti de la noche. El delantero se convirtió en héroe y villano de una selección inglesa que pone fin a su aventura mundialista