Daniel Ortega señala a los sacerdotes de la Iglesia Católica.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha cargado este martes contra la Iglesia Católica y ha asegurado que algunos sacerdotes hacían llamamientos al derramamiento de sangre durante la ola de protestas de 2018, que se saldó con la muerte de más de 300 personas.

"Los ataques eran en diferentes cuarteles todos los días y salían de algunos templos, no de todos, pero sí de algunos donde estaban los fariseos, los blanqueados", ha explicado, en referencia a las protestas, agregando que algunos curas manipulaban los santos "para llamar al derramamiento de sangre".

Ortega ha argumentado así durante un acto de graduación de la Academia de Policía Walter Mendoza que el general de la Policía, Ramón Avellán, encargado de reprimir las manifestaciones contra el Gobierno de Ortega, fue "un héroe" frente a los ataques de "los terroristas", según ha recogido el diario 'La Prensa'.

"Fíjense, la cúpula de la Iglesia Católica en Nicaragua, los obispos, todos eran somocistas. Predicaban el somocismo, en nombre de Dios santificaban el somocismo: sí, eran somocistas, y la mayor vergüenza", ha resaltado durante su discurso.

Ortega, que mantiene encarcelados al menos a diez sacerdotes, además de al obispo Rolando Álvarez, tildó anteriormente a la Iglesia de "dictadura perfecta" y de "usar" a sus obispos para "dar un golpe de Estado" en el país centroamericano.

"Por todo lo que conocemos de esa historia terrible, pero por el hecho también que los oímos hablar de democracia y no practican la democracia", valoró Ortega, tras lo que señaló que "la Santa Iglesia Católica" quemaba, mataba, incineraba, perseguía y organizaba cruzadas "para asesinar a los que no compartían su credo".